En Perpignan, Francia, Carles Puigdemont, exlíder de la Generalitat y actual cabeza de Junts, convocará a la cúpula del partido este lunes. La agenda principal será evaluar la relación que mantienen con el PSOE, y se contempla la posibilidad de una votación entre los miembros del partido sobre la ruptura con este grupo.
La reunión, que se iniciará a las 10 de la mañana y se espera extensa, incluirá un análisis del acuerdo firmado en Bruselas, así como la planificación de las "acciones a seguir" ante la situación política actual. No se anticipa una declaración pública antes de las 5 de la tarde.
El pasado agosto, Puigdemont ya había señalado que habría movimientos en otoño si el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, no cumplía con los compromisos pactados. La portavoz de Junts en el Congreso, Míriam Nogueras, intensificó esta presión la semana pasada al declarar que era tiempo de "hablar de cambio" y que si la situación no se resolvía, sería necesario que el partido actuara por su cuenta.
Las manifestaciones de Nogueras generaron un clima de inquietud, pero desde el Gobierno se intentó restar importancia a estas afirmaciones, asegurando que no se sienten amenazados y que es común que los nacionalistas expresen tales advertencias cuando desean aumentar sus demandas.
Pedro Sánchez, por su parte, reiteró la intención de cumplir con los acuerdos firmados con Junts al inicio de la legislatura, aunque destacó que no todos los compromisos son completamente dependientes del Gobierno, como el reconocimiento del catalán en el ámbito europeo y la transferencia de competencias en inmigración.
En este contexto, el viernes pasado, España y Alemania acordaron entablar un diálogo para abordar la oficialidad del catalán en la Unión Europea. Sin embargo, a pesar de estos avances, la reunión de la dirección de Junts sigue programada.
La posibilidad de que Junts decida romper con el PSOE también se interpreta como un posible preludio a un cambio en la dinámica política, que podría beneficiar a partidos como PP y Vox, según analistas.
A lo largo de los últimos meses, el descontento en Junts se ha vuelto evidente, ya que sus líderes consideran que no ha habido avances significativos en sus demandas, incluyendo la aplicación de la Ley de Amnistía que aún no ha permitido el regreso de Puigdemont a Cataluña. Además, critican que algunas iniciativas, como las referidas a delincuentes reincidentes y la ocupación de viviendas, continúan estancadas.
A pesar de que han descartado lanzar una moción de censura directa contra Sánchez, se ha hablado de la posibilidad de una moción instrumental, sin designar como candidato al líder del PP, Alberto Núñez Feijóo.
Junts confirma que cualquier decisión sobre el PSOE será tomada con contundencia y que están considerando la consulta a sus bases. Esta consulta podría ser decisiva, especialmente recordando que en 2022, bajo circunstancias similares, el 55% del partido había apoyado la salida del Govern liderado por Pere Aragonès, mientras que un 42% prefería permanecer.
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