En un contexto de crisis sin precedentes, la Red Interagencial para la Educación en Situaciones de Emergencia (INEE), en colaboración con Educo, Entreculturas y Save the Children, ha presentado un documento titulado 'Orientaciones de apoyo psicosocial en el ámbito educativo formal y no formal para profesionales no especializados en salud mental'. Este recurso está destinado a guiar a los educadores en la tarea de ofrecer el respaldo necesario a los alumnos que han sufrido las secuelas de la DANA, facilitando su recuperación emocional y física.
Las mencionadas organizaciones han subrayado la importancia de priorizar la salud mental de los niños, niñas y adolescentes que se encuentran en esta crítica situación. Esta preocupación se enmarca dentro de un esfuerzo más amplio para mitigar las consecuencias de la catástrofe que ha azotado a la Comunidad Valenciana, donde miles de jóvenes están enfrentando dificultades profundas y perturbadoras.
El contenido de la guía incluye orientaciones claras para brindar apoyo psicosocial a los menores en entornos educativos, tanto formales como no formales, sin que sea necesario que los educadores sean expertos en salud mental. De esta manera, se busca empoderar a los docentes para que puedan actuar de forma efectiva en situaciones de crisis.
Entre las recomendaciones más críticas se encuentran las tres etapas fundamentales de los primeros auxilios psicológicos: observar sin presionar a los niños a hablar, escuchar activamente lo que tienen que decir y evaluar si es necesaria la intervención de un profesional. Estas acciones son esenciales para proporcionar un soporte adecuado durante momentos de angustia.
Asimismo, la guía incluye una serie de actividades sugeridas que tienen como objetivo ayudar a los menores a adaptarse a los cambios drásticos que han experimentado en sus vidas tras la catástrofe. La necesidad de recursos y atención en estos momentos es más crucial que nunca.
La DANA ha dejado una huella imborrable en la Comunidad Valenciana, causando una emergencia que ha repercutido en la vida de miles de jóvenes. Muchos de ellos han sufrido la pérdida de seres queridos, viven en la incertidumbre sobre el paradero de desaparecidos o han enfrentado situaciones traumáticas que marcan su desarrollo emocional.
La transición de una vida normal a una situación de emergencia radical puede ser abrumadora para estos niños, que ahora se encuentran lidiando con realidades completamente transformadas. Es fundamental proporcionarles un refugio y una oportunidad para expresar sus emociones, y en este sentido, la escuela juega un papel esencial.
Laura Tiana, facilitadora de la comunidad hispana de la INEE, destaca que “la escuela cumple un rol importante en situaciones de emergencia, es un espacio seguro donde niños y niñas pueden alejarse de una realidad que puede ser traumática y expresar cómo se sienten”. Para que esto sea posible, es indispensable que los docentes cuenten con los recursos necesarios.
La devastación causada por la DANA se traduce en la afectación de 92 centros educativos, de los cuales doce han sufrido daños irreparables, obligando a muchos estudiantes a ser reubicados en otras instituciones. Esta situación no solo altera su educación, sino que también afecta su bienestar mental y emocional.
Las organizaciones promotoras de esta guía hacen un llamado a la acción, recordando que las medidas que se implementen para mitigar las consecuencias de esta catástrofe ambiental deben considerar las necesidades de los niños y adolescentes, quienes son un grupo particularmente vulnerable en estos escenarios críticos.
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