La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, ha expresado su profunda inquietud ante la posibilidad de que se produzca la caída de algún gobierno en la eurozona. Su declaración se da en un contexto de creciente incertidumbre política, particularmente en relación a la moción de confianza que enfrenta el primer ministro francés, François Bayrou, el próximo 8 de septiembre.

En una reciente entrevista, Lagarde también abordó el impacto que podría tener la pérdida de independencia de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), haciendo hincapié en que sería un “serio peligro” para la economía global. Esto ocurre en medio de las presiones ejercidas por el presidente Donald Trump, quien ha criticado fuertemente a Jerome Powell, el actual presidente de la Fed, por su gestión de los tipos de interés.

La presidenta del BCE afirmó que, aunque Trump podría tener dificultades para ejercer un control efectivo sobre el banco central debido a las protecciones legales que resguardan su autonomía, si llegara a lograrlo, la estabilidad económica de Estados Unidos y, por ende, la del resto del mundo, se vería comprometida.

En cuanto a la situación política en Europa, Lagarde subrayó lo preocupante que resulta la inestabilidad en la eurozona. “Los mercados han empezado a evaluar los riesgos asociados, y hemos observado cómo ha aumentado el riesgo país de Francia en los días recientes”, advirtió durante su intervención en ‘Radio Classique’, según lo informado por Europa Press.

A pesar de que el gobierno de Bayrou busca manejar un déficit significativo en un Parlamento fragmentado, Lagarde defendió que Francia sigue siendo un “acreedor respetado”. Sin embargo, hizo hincapié en que las tensiones políticas internas han llevado a que la prima de riesgo del país se asemeje a la de Italia.

Finalmente, Lagarde insistió en la importancia de mantener una disciplina fiscal robusta para demostrar que Francia está comprometida con una gestión sostenible de la deuda y mantener la credibilidad ante los mercados. Asimismo, reafirmó que el BCE continuará tomando las “medidas necesarias” para asegurar que la inflación en la eurozona permanezca dentro de márgenes controlados.