
Un nuevo desafío marítimo está en marcha hacia la Franja de Gaza, liderado por la Flotilla de la Libertad, que cuenta con la participación de siete ciudadanos españoles. Desde hace más de una semana, esta embarcación se dirige a las costas del enclave palestino, ya se encuentran a aproximadamente 190 millas náuticas, lo que equivale a cerca de 350 kilómetros, en una acción que plantea un reto directo al bloqueo impuesto por Israel.
La flotilla está compuesta por ocho veleros que zarparon desde Catania el pasado 27 de septiembre, junto al barco 'Conscience', el cual fue objeto de un ataque en mayo durante su travesía en aguas internacionales cerca de Malta. Tras recibir reparaciones, este último navío inició su viaje el 30 de septiembre desde el puerto de Otranto.
Un sistema de seguimiento habilitado por esta campaña revela que los barcos se encuentran al norte de Egipto, cerca de Alejandría, y según fuentes vinculadas a la iniciativa, podrían llegar a la zona de alto riesgo en un plazo de dos o tres días, manteniendo un ritmo que se adapta a los veleros más lentos.
Israel ya ha notificado que interrumpirá cualquier intento de acceso a lo que consideran una "zona de combate activo," y que procederá a la detención de los tripulantes de barcos que intenten ingresar a la Franja, tal como ocurrió la semana pasada con más de 400 activistas de otra flotilla.
José Lozano Maneiro, un miembro de la iniciativa Rumbo a Gaza que navega en el 'Conscience', relató que observaron varios drones israelíes sobrevolando el área, confirmando que las fuerzas israelíes tienen plena ubicación de los barcos. A pesar de que podrían llegar en pocas horas debido a la capacidad de su embarcación, han moderado su rumbo para alinearse con los veleros, que son más lentos.
En total, el 'Conscience' transporta a 82 personas, incluyendo 21 periodistas y 21 profesionales de la salud, sectores que enfrentan severas persecuciones en Gaza, además de llevar suministros de alimentos y medicamentos. Lozano expresó su firme convicción de que la flotilla será interceptada por las fuerzas israelíes, lo que considera un acto ilegal. Con el fin de evitar confrontaciones y demostrar su intención pacífica, los tripulantes se están entrenando en simulacros de respuesta ante una posible abordaje.
El grupo también ha respondido al ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, quien en un comunicado declaró que no tenía constancia sobre la presencia de españoles en los barcos. Desde la organización han enfatizado que informaron al Ministerio el pasado 30 de septiembre a las 19:26, con un correo detallando los nombres y pasaportes de los tripulantes a la Unidad de Crisis y a un funcionario del Ministerio de Asuntos Exteriores, desmintiendo así las afirmaciones del ministro.
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