ROMA, 7 de mayo. (Redacción de Europa Clarín) -

En un ambiente de fervor y expectación, miles de individuos se han concentrado esta tarde en los alrededores de la icónica Plaza de San Pedro, marcando el inicio del Cónclave. Aunque se anticipa que la primera señal de humo será negra, la multitud no pierde la esperanza.

A partir de las 18:30 horas, el área cercana a la plaza estaba repleta de fieles, turistas y observadores de diversas nacionalidades, todos ávidos de presenciar el fenómeno del humo. La atmósfera vivía un momento de gran intensidad, con la historia a punto de desarrollarse ante sus ojos.

Entre la multitud se encontraban Marta y Guillermo, un par de amigos de Málaga, que habían recorrido una larga distancia en coche desde Bélgica solo para ser testigos del cónclave. Guillermo se presentó envuelto en una bandera de España, mientras que Marta documentaba todo en su cuenta de TikTok. "Sería genial que el nuevo Papa siguiera la línea más liberal de su predecesor", comentó Marta, mientras Guillermo añadía con esperanza, "que sea lo que Dios decida".

La hora marcada en el reloj mostraba las 19:10 y un helicóptero sobrevolaba el Vaticano, mientras que las gaviotas revoloteaban por la imponente columnata. En medio de la multitud, una joven se tomó un selfie con la majestuosa basílica de fondo, capturando un momento memorable.

Pacientemente, personas de todas las edades aguardaban la señal esperada, incluyendo a Sofía y Martina, dos romanas de 21 años que viven cerca. "Es un evento que solo ocurre un par de veces en la vida, un hito en la historia", afirmó Sofía con entusiasmo.

Martina, con su móvil en mano, enfocaba la chimenea de la Capilla Sixtina, esperando el instante en que el humo se dejara ver. Como parte de su ritual, planeaba compartir la experiencia en sus redes sociales. "Estamos casi seguras de que el humo será negro hoy, pero mañana esperamos ver algo blanco", dijeron, agregando que aunque no tienen un candidato favorito entre los cardenales, Francisco siempre fue apreciado por ellas.

Alrededor de las 19:40, un murmullo de inquietud empezó a crecer en la zona cercana a la Plaza de San Pedro. Aunque se esperaba que el humo apareciera alrededor de las 19:00 horas, la imagen que todos ansiaban aún no había hecho su aparición.

En medio de la agitación, los vislumbres de humo provocado por la chimenea provocaban gritos de júbilo de los espectadores, solo para decepcionarse al darse cuenta de que era solo una falsa alarma.