El PP insta a aprobar la Ley contra la Trata con "amplio consenso" y mecanismos preventivos eficaces.
El Partido Popular ha urgido a todas las fuerzas políticas a aprobar la Ley contra la Trata con el mayor consenso posible. Consideran que es fundamental incluir mecanismos efectivos de prevención en el marco legislativo para abordar este problema de manera integral.
En un manifiesto emitido con motivo del Día Internacional contra la Explotación Sexual y la Trata de Personas, el PP destaca la importancia de perseguir a las mafias, proteger a las víctimas y prevenir este delito atroz. La erradicación de la trata de personas es crucial para garantizar un futuro libre de esta forma de esclavitud.
Para el PP, la lucha contra la trata de seres humanos es responsabilidad de todos y no podemos ser indiferentes al sufrimiento de las víctimas. Este flagelo representa una violación grave de los derechos humanos fundamentales y debemos actuar de manera contundente para poner fin a esta barbarie.
La trata de personas no es solo un problema criminal, sino una vulneración de los derechos más básicos e inalienables de todo ser humano. En España, miles de personas son víctimas de explotación sexual, laboral y mendicidad forzada, lo que requiere una acción urgente y eficaz por parte de las autoridades.
El PP aboga por un enfoque en el proceso legislativo que priorice los derechos de las víctimas, ofreciéndoles protección, asistencia legal y apoyo en su recuperación y reinserción. Además, es fundamental incluir medidas integrales de protección, enfoque de género y derechos humanos, así como abordar las causas estructurales que propician la trata.
La formación liderada por Alberto Núñez Feijóo también destaca la importancia de dotar a las fuerzas de seguridad de las herramientas necesarias para combatir a las redes criminales dedicadas a la trata de personas. La cooperación internacional y la coordinación entre instituciones nacionales y europeas son clave en esta lucha.
Por último, el PP hace hincapié en la necesidad de educar y sensibilizar a la población, especialmente a los jóvenes, para combatir la normalización de la explotación y promover una cultura de respeto a los derechos humanos. La colaboración de entidades especializadas y de las propias víctimas es fundamental en este proceso.