Bruselas propone mayor supervisión del acuerdo con Mercosur y respaldo a agricultores para acelerar su aprobación.

Bruselas, 3 de septiembre. La Comisión Europea ha dado un paso decisivo al presentar esta semana los textos legales necesarios para el acuerdo comercial entre la Unión Europea y Mercosur. Este pacto busca establecer un mayor control sobre las salvaguardias que protegen a las producciones europeas más sensibles. La propuesta incluye aumentar los fondos de crisis para los agricultores, intentando así calmar las preocupaciones de países reticentes, como Francia, que se encuentra en una posición sin capacidad de veto.
Antes del receso estival, Bruselas se propuso finalizar estos documentos con la esperanza de que se pudiera ratificar el acuerdo antes de que terminara 2025. Este tiempo marca el primer aniversario del cierre de las negociaciones, pero la oposición de Francia, seguida por Polonia e Italia, así como una crisis arancelaria con Estados Unidos, obligaron a retrasar su presentación hasta ahora.
A pesar de las dificultades, fuentes comunitarias expresan su confianza en que la ratificación por parte del Parlamento Europeo y del Consejo se lleve a cabo de manera expedita, permitiendo una entrada en vigor provisional de la parte comercial del acuerdo sin esperar a que cada Estado miembro ratifique el acuerdo completo, un proceso que podría extenderse durante años. Por su parte, el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, también mantiene la esperanza de que el acuerdo se firme en este semestre, aprovechando la presidencia brasileña de Mercosur.
Este enfoque dual para la ratificación permite que, si se obtiene el apoyo de la mayoría cualificada del Consejo y el visto bueno del Parlamento Europeo, la parte comercial pueda entrar en vigor rápidamente. Sin embargo, algunos eurodiputados de la izquierda y los Verdes han planteado dudas sobre este procedimiento y amenazan con llevar la cuestión al Tribunal de Justicia de la Unión Europea por la base legal que lo sustenta.
Desde la Comisión Europea y los países que apoyan el acuerdo, especialmente España y Alemania, se afirma que esta nueva alianza resultará en "la mayor zona de libre comercio del mundo". La unión de los mercados europeos con los de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay creará un espacio que abarca a aproximadamente 700 millones de consumidores.
La presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, destacó que este nuevo marco generará un ahorro de 4.000 millones de euros en aranceles para los exportadores europeos, eliminando progresivamente el 35% actual que se aplica a automóviles y afectando otros sectores como el textil y la maquinaria.
Los negociadores han sido "extremadamente cautos" con respecto a productos europeos sensibles, como el azúcar y la carne bovina, estableciendo límites para los contingentes arancelarios. Bruselas asegura que el acuerdo permitirá a las empresas de la UE invertir en cadenas de suministro esenciales, incluyendo materias primas críticas, siempre bajo estrictas normativas ambientales y laborales.
Para facilitar el avance de la ratificación, la Comisión está preparando un acto jurídico adicional que esclarecerá cómo funcionarán las salvaguardias previstas para mitigar cualquier distorsión que pueda surgir de la apertura de mercados. Este mecanismo, también sujeto a la aprobación de los veintisiete países miembros y del Parlamento Europeo, servirá para regular volúmenes, precios y cuotas de mercado, activándose si se detecta un aumento o una disminución significativa.
Es importante recalcar que este mecanismo, que complementará el acuerdo, solo afectará a la Unión Europea, dado que es una herramienta destinada a monitorear los impactos del acuerdo sin necesidad de consentimientos adicionales de los países del Mercosur. Además, se reitera el compromiso de proteger la seguridad alimentaria y la salud en la UE, asegurando que "nada no autorizado será aprobado".
Atendiendo a las preocupaciones de los agricultores, la Comisión se ha comprometido a crear fondos específicos para responder a crisis en el sector agroalimentario europeo. En este contexto, el nuevo presupuesto establecerá una "nueva red de seguridad" dotada con 6.300 millones de euros, que duplicará la actual reserva agrícola para proteger a los agricultores en situaciones de crisis o incertidumbre geopolítica, incluidas las relacionadas con el acuerdo con Mercosur.
En el acuerdo global con Mercosur también se incluyen cláusulas sobre el compromiso de las partes en la lucha contra el cambio climático y la deforestación, en concordancia con el Acuerdo climático de París, desafiado por el anterior presidente de Brasil, Jair Bolsonaro. Además, se contemplan capítulos sobre Derechos Humanos, lucha contra el crimen organizado, blanqueo de capitales y gestión migratoria.
Junto a la propuesta para ratificar el acuerdo con Mercosur, la Comisión Europea también ha adoptado un marco para la modernización de la relación comercial con México, cuyo acuerdo ha quedado desactualizado tras más de 25 años. En este caso, se busca igualmente una rápida ratificación, aunque se proyecta para el año 2026.
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