El vicepresidente de Estados Unidos, JD Vance, ha afirmado desde la base espacial Pituffik en Groenlandia que se prevé un movimiento hacia la independencia del territorio danés por parte de los groenlandeses. Este proceso podría iniciarse a través de un referéndum de autodeterminación, lo que abriría la puerta a conversaciones directas entre Washington y el pueblo groenlandés.

Durante su discurso, Vance expresó que es probable que los habitantes de Groenlandia opten por separarse de Dinamarca, lo que llevaría a un diálogo sobre el futuro del territorio. "Hablar de escenarios distantes es prematuro; lo que importa ahora es el proceso de autodeterminación", enfatizó el vicepresidente.

En su intervención ante las tropas, Vance criticó duramente a Dinamarca, alegando que ha fallado en su deber de salvaguardar la seguridad del territorio groenlandés. Manifestó que la situación en la base ha disminuido en términos de seguridad comparado con hace varias décadas, destacando la falta de compromiso de sus aliados.

El vicepresidente también se refirió a las críticas que ha recibido por parte de Dinamarca y de ciertos sectores políticos en Estados Unidos. Afirmó que se ha cuestionado a la administración anterior, acusándola de no reconocer los fallos en la protección de Groenlandia por parte de Dinamarca, una acusación que considera injusta.

Al ser preguntado sobre las intenciones del expresidente Donald Trump respecto a Groenlandia, Vance dejó claro que la administración estadounidense respeta la autodeterminación de los groenlandeses y que no se plantea ninguna acción coercitiva. "El presidente Trump entiende que Groenlandia es crucial para la seguridad global", afirmó.

Sin embargo, Vance insistió en que es preferible que Groenlandia esté bajo la influencia de Washington, algo que considera vital dado el interés creciente de potencias como China y Rusia en la región. Subrayó que Dinamarca no ha adecuado sus recursos para enfrentar estos desafíos, poniendo en riesgo la seguridad de los groenlandeses.

El vicepresidente concluyó su discurso sugiriendo que Estados Unidos debe asumir un papel de liderazgo en el Ártico, advirtiendo que, de no hacerlo, otras naciones podrían ocupar ese vacío. Prometió que habrá un aumento en la inversión y en los recursos destinados al territorio groenlandés para garantizar su seguridad y bienestar.