El secretario de Estado de Trabajo, Joaquín Pérez Rey, ha tomado la decisión de clausurar las negociaciones que se llevaban a cabo con las organizaciones patronales para la ampliación del permiso por defunción, argumentando la falta de sensibilidad y el rechazo rotundo por parte de la CEOE en esta cuestión.
Al igual que en el caso de la reforma de la legislación de prevención de riesgos laborales, el Ministerio de Trabajo ha optado por finalizar este diálogo tripartito, concentrando ahora sus esfuerzos en alcanzar un acuerdo exclusivo con los sindicatos CCOO y UGT para ampliar el permiso por duelo y establecer uno nuevo por cuidados paliativos.
Esta decisión fue comunicada por Pérez Rey tras su última reunión con representantes de CCOO, UGT, CEOE y Cepyme, donde quedó clara la falta de avance en los temas tratados.
El Ministerio, bajo la dirección de Yolanda Díaz, busca extender el permiso por fallecimiento hasta 10 días para cónyuges, parejas de hecho y familiares de hasta segundo grado de consanguinidad. Además, propone un nuevo permiso de hasta 15 días para cuidados paliativos en las mismas condiciones familiares.
Pérez Rey ha criticado duramente a la patronal por su postura. Según sus palabras, la CEOE ha adoptado una actitud de desprecio absoluto hacia las propuestas, sin mostrar voluntad de negociación, lo que califica como un "no a todo" basado meramente en intereses económicos a pesar de que las empresas han reportado beneficios históricos.
El secretario de Estado expresó su sorpresa ante la falta de diálogo, indicando que este bloqueo no sólo se observa en este contexto, sino que se repite en otras materias como la ley de prevención de riesgos laborales, sugiriendo que la CEOE juega a la política en lugar de negociar de buena fe.
Pérez Rey recordó a la CEOE que el objetivo de la regulación de permisos no es beneficiar a sindicatos ni al Gobierno, sino a los trabajadores que necesitan tiempo para enfrentar la pérdida de un ser querido.
Además, destacó que la mayoría de las empresas comprenden la necesidad de permitir a sus empleados el tiempo necesario para recuperarse emocionalmente, y que esta extensión de derechos no debe depender de la buena voluntad de las organizaciones empresariales.
La CEOE, por su parte, ha declarado que las reuniones mantenidas no se consideraron negociaciones, sino más bien un ejercicio de queja contra el anuncio de la ampliación de permisos hecho sin diálogo social previo. Critican que el Gobierno haya puesto fin a las consultas y que avance en solitario con los sindicatos.
Las organizaciones empresariales han manifestado su negativa a aceptar la propuesta de Trabajo en su totalidad, argumentando que esta iniciativa podría trasladar costos de políticas públicas a las empresas, algo que consideran inaceptable.
Tanto CCOO como UGT han instado a la patronal a replantear su postura y volver a las negociaciones, subrayando la necesidad de un acuerdo que dignifique el proceso de duelo y de cuidados. Luján y Pacheco, representantes de ambos sindicatos, han apelado a la humanidad y al sentido común en este debate.
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