El Gobierno de Suecia ha presentado una serie de medidas destinadas a reforzar la seguridad en los centros educativos, en respuesta al trágico tiroteo que tuvo lugar en una escuela para adultos en la ciudad de Orebro el pasado 4 de febrero, en el que perdieron la vida diez personas.

Entre las medidas propuestas se incluyen la implementación de planes de emergencia en caso de violencia, controles más estrictos en los accesos y la instalación de sistemas de videovigilancia. Además, se plantea que los profesores puedan llevar a cabo registros en las mochilas y bolsos de los alumnos en todos los niveles educativos.

El ministro de Educación sueco, Johan Pehrson, ha expresado la urgencia de aprobar estas medidas lo antes posible, con la intención de que entren en vigor el próximo 1 de julio.

Hasta el momento, las autoridades aún no han determinado los motivos que llevaron al presunto autor del tiroteo, Rickard Andersson, a cometer tan atroz acto en el Campus Risbergska de Orebro, considerado el peor tiroteo en la historia reciente de Suecia.