MADRID, 27 Ene. - La retirada de combustible derretido en la central nuclear averiada de Fukushima, en Japón, se ha vuelto a retrasar por tercera vez debido a problemas con un brazo robótico. El plan para iniciar una prueba de remoción en el reactor número 2 de la planta ha tenido que ser cancelado debido a la falta de precisión del brazo robótico para retirar los residuos. Ahora, se espera que el trabajo continúe en octubre con un nuevo dispositivo. El Gobierno japonés y el operador de la planta, Tokyo Electric Power (TEPCO), han señalado que este retraso no afectará el cronograma general para el desmantelamiento de la planta, que está previsto que se complete en 2051.

TEPCO ha informado de que el brazo robótico aún carece de la precisión suficiente para llevar a cabo la tarea de retirada de los escombros del reactor número 2. Por lo tanto, la empresa planea utilizar un "dispositivo estilo caña de pescar" a partir de octubre. Otras compañías, como Mitsubishi Heavy Industries, han participado en el desarrollo de un brazo controlado remotamente con financiación pública asignada.

"No tenemos intención de desperdiciar los fondos públicos", ha afirmado el director de la Compañía de Promoción de Desmantelamiento Número 1 de Fukushima de TEPCO, Akira Ono, durante una conferencia de prensa. Además, Ono ha hecho hincapié en que sería irresponsable apresurarse en desplegar el brazo robótico y poner en riesgo la seguridad.

Incluso si TEPCO logra comenzar la retirada en octubre, esto supondría un retraso de aproximadamente tres años con respecto al plan original. Sin embargo, TEPCO ha asegurado que este retraso no afectará el cronograma general para el desmantelamiento de la planta, que se espera que finalice en 2051.

Además, TEPCO ha presentado un plan para liberar agua radiactiva tratada de la planta en el año fiscal 2024. Según el plan, alrededor de 54.600 toneladas de agua tratada, equivalente a unos 54 tanques de almacenamiento, se descargarán al océano en siete lotes. Antes de la liberación, el agua tratada se diluirá con agua de mar para reducir la concentración de tritio, un elemento que no se puede eliminar mediante el proceso de tratamiento.

Desde agosto de 2023, se han vertido un total de 23.400 toneladas de agua radiactiva tratada de la planta al mar en tres ocasiones. Según los análisis realizados por TEPCO, el Gobierno y otras instituciones, no se han detectado niveles anormales de radiación ni problemas con el equipo de descarga en las áreas circundantes.

Una vez que se libere el agua tratada, se retirarán los tanques de almacenamiento vacíos para construir las instalaciones necesarias para el desmantelamiento de la planta, que está programado para comenzar en el año fiscal 2024.