El canciller alemán, Olaf Scholz, ha visitado la frontera entre Corea del Norte y Corea del Sur para pedir el cese inmediato de los ensayos nucleares y de misiles por parte de Corea del Norte. Scholz destacó que estas pruebas balísticas son una amenaza para la paz y seguridad en la región, y señaló que la petición de cese de estos ensayos ha sido formulada por la comunidad occidental durante años.

Desde que Kim Jong Un tomó el poder en Corea del Norte en 2011, el país ha provocado tensiones internacionales debido a las pruebas de misiles y su programa de armas nucleares, que fueron prohibidas por resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU. Cuatro de las seis pruebas nucleares realizadas por el país se realizaron bajo el mandato de Kim, quien impulsó también el desarrollo de misiles balísticos que pueden llevar una cabeza nuclear.

Scholz destacó que se encuentra frente a una situación peligrosa, y recordó que la visita a la frontera es emocionante y muy importante para él, ya que Alemania ha sufrido la división del país durante más de cuatro décadas. En este sentido, destacó la suerte que tiene Alemania de estar reunificada, lo que le permite entender mejor los desafíos que tienen los coreanos en términos de reunificación.

En la zona desmilitarizada de cuatro kilómetros de ancho, Scholz y su esposa, Britta Ernst, visitaron los barracones azules donde se negoció el acuerdo de armisticio en 1953, después de tres años de guerra de Corea. En uno de los barracones, Scholz incluso se adentró durante unos minutos en territorio norcoreano.

Ambas coreas siguen en estado de guerra desde que finalizó su enfrentamiento en 1953 y nunca firmaron un tratado de paz. La situación se ve agravada por el hecho de que más de un millón de soldados se encuentran en ambos lados del paralelo 38 que divide Corea en dos estados, y Estados Unidos cuenta con 28.500 efectivos militares en Corea del Sur.