Ron DeSantis y Mike Pence lideran el grupo de candidatos republicanos que se disputarán la candidatura a la Casa Blanca para las próximas elecciones presidenciales en febrero del año que viene. Ambos aspirantes han seguido la estrategia de construir una versión suavizada de Donald Trump, sin las aristas de su personalidad, manteniendo los principios ultranacionalistas de su antigua presidencia. Mientras que Trump sigue siendo el favorito indiscutible para ganar la candidatura, DeSantis y Pence representan una oposición relativamente distanciada del magnate.

La recopilación de encuestas actualizadas otorga a Trump más del 50% del respaldo del electorado republicano, siendo DeSantis (21,3 por ciento) su principal contrincante, seguido de Pence (5,4 por ciento), la ex embajadora de EE.UU ante la ONU Nikki Haley (4,5 por ciento), el inversor Vivek Ramaswamy (3,5 por ciento), el senador por Carolina del Sur Tim Scott (2,2 por ciento) y el exgobernador de Arkansas Asa Hutchinson (menos del 1%).

El partido republicano se encuentra en un brete, ya que todos los candidatos saben que tendrán que declarar su oposición a Trump de alguna forma durante la campaña o los debates del año próximo para dar un vuelco a los actuales sondeos que le conceden una ventaja decisiva en intención de voto sobre sus rivales.

Por su parte, DeSantis no ha realizado directamente ningún ataque a Trump hasta el momento; tan solo ha criticado algunas de sus decisiones y ha preferido presentarse al electorado como una figura de futuro, ignorando los numerosos ataques personales que le ha dedicado el magnate en su red Truth Social. En cambio, Pence representa una oposición más personal y esencial, ya que las primarias del año que viene serán una lucha por el espíritu de la Constitución de EE.UU que Trump pisoteó al alentar a sus simpatizantes a asaltar el Capitolio en enero de 2021 y al poner después a Pence y a su familia en el blanco de la ira de sus seguidores tras acusarle de no haber disputado la derrota del magnate en las elecciones de noviembre de 2020.

Más allá de Pence y DeSantis, el resto de candidatos republicanos no cuentan con aspectos realmente distintivos. Sin embargo, el exgobernador de Nueva Jersey Chris Christie, quien ha anunciado recientemente su candidatura, podría actuar como una especie de "picador" durante los debates y ser una de las principales amenazas para Trump, siendo el único de los rivales capaz de lidiar golpe por golpe con las invectivas del magnate. Christie es uno de los candidatos con la actitud más definida respecto al expresidente: acabar con él a toda costa, por muy revanchista que parezca, consciente de la enorme influencia de la que todavía disfruta el antiguo mandatario.