El presidente ruso, Vladimir Putin, ha dejado claro que el diálogo con Occidente estará condicionado al fin de lo que él considera una "política de agresión y de presión".

En medio de este escenario, el Gobierno de Rusia ha presentado su dimisión en bloque, lo que abre la posibilidad de una renovación en la estructura gubernamental del país.

MADRID, 7 May.

Putin ha comenzado oficialmente su quinto mandato como presidente de Rusia, prometiendo trabajar en pro de la "seguridad" y la "unidad" del país. Destacó el apoyo mayoritario recibido en unas elecciones controvertidas desde la perspectiva occidental.

Con 71 años, Putin ganó las elecciones de marzo en un escenario donde no había rivales opositores significativos. Gracias a una reforma constitucional, podrá seguir en el poder hasta 2036: dos mandatos de seis años cada uno.

Una ceremonia solemn en el Kremlin marcó el inicio de esta nueva etapa, donde Putin reafirmó sus principios sin abordar temas específicos como la situación en Ucrania.

Pese a los desafíos mundiales, Putin enfatizó la defensa de los "intereses nacionales" y los "objetivos históricos" de Rusia. Aseguró que la nación superará este periodo difícil con dignidad.

Putin se comprometió a justificar la confianza depositada en él, utilizando todos los recursos como jefe de Estado. Se mostró dispuesto a mantener buenas relaciones con países que consideren a Rusia como un socio fiable y honesto.

El presidente ruso abogó por relaciones internacionales basadas en la igualdad y la cooperación, dejando en manos de los países occidentales la decisión de seguir una política de agresión o buscar la paz y la cooperación.

Tras la ceremonia, el primer ministro firmó el decreto de dimisión del Gobierno, dando paso a una posible renovación que dependerá exclusivamente de Putin.

El actual Gobierno ha estado en funciones durante más de cuatro años, y se espera que Putin anuncie al nuevo primer ministro en las próximas horas, con la aprobación correspondiente de la Duma el viernes, según Interfax.