Crónica España.

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Putin anuncia la fabricación en masa del misil Oreshnik, nuevo desafío balístico en la guerra con Ucrania.

Putin anuncia la fabricación en masa del misil Oreshnik, nuevo desafío balístico en la guerra con Ucrania.

El comandante de la Fuerza de Misiles Estratégicos de Rusia ha hecho hincapié en las capacidades del nuevo misil Oreshnik, afirmando que este sofisticado sistema armamentístico tiene la habilidad de "alcanzar objetivos en toda Europa".

Recientemente, el presidente ruso, Vladimir Putin, ha dado a conocer que tras las exitosas pruebas del misil Oreshnik en el espacio aéreo de Ucrania, se ha decidido avanzar en su producción masiva, lo que implica su posterior distribución entre las Fuerzas Armadas de Rusia. Esta noticia se ha hecho pública en un contexto de tensiones internacionales marcadas por la situación en Europa del Este.

Durante una reunión celebrada en Moscú con los altos mandos del Ministerio de Defensa ruso, Putin subrayó la importancia de poner en marcha una fabricación en serie de este misil. Destacó que el sistema de producción ya está "prácticamente organizado", a la vez que resaltó la "fuerza especial y potencia" del misil Oreshnik, lo que refleja una clara intención de fortalecer la capacidad defensiva y ofensiva de su país.

En un discurso dirigido a la nación, transmitido a la opinión pública, Putin informó sobre el uso de este nuevo proyectil contra posiciones ucranianas. El Oreshnik, un misil balístico de medio alcance, posee la impresionante capacidad de desplazarse a una velocidad de hasta tres kilómetros por segundo y, según Putin, los países occidentales no cuentan con una respuesta eficaz ante esta amenaza.

"Como ustedes saben, a nivel global, nadie tiene armamento similar en este momento", afirmó el presidente ruso, mientras reconocía que en el futuro otros países podrían desarrollar capacidades similares. Sin embargo, enfatizó que "lo crucial es que actualmente contamos con este sistema", lo que le otorga a Rusia una ventaja estratégica en el presente.

Putin también recalcó que había informado a las Fuerzas Armadas, a los ciudadanos rusos y a los aliados de la nueva amenaza que representa este sistema de misiles de medio alcance, el cual está dotado de "equipo hipersónico no nuclear". Esta particularidad refuerza la percepción de este armamento como una de las principales innovaciones en la estrategia militar del Kremlin.

Sin embargo, el presidente ha recalcado que la responsabilidad en el desarrollo de la operación militar, que Moscú ha denominado eufóricamente como "operación especial", recae sobre el desempeño de las tropas convencionales, la aviación, la artillería y la marina, junto con un trabajo coordinado de todas las ramas del Ejército ruso.

La reacción de Ucrania no se hizo esperar, ya que rápidamente denunciaron el lanzamiento del misil Oreshnik. Sus aliados occidentales también han señalado que esta acción podría elevar la escalada del conflicto, mientras que Rusia culpa a Occidente de provocar este tipo de respuestas, citando ataques ucranianos respaldados por misiles de largo alcance suministrados por potencias occidentales.

Entre las voces del Kremlin, destaca la del ex presidente Dimitri Medvedev, actual jefe del Consejo de Seguridad ruso, quien compartió un video del lanzamiento del Oreshnik y dejó claro en redes sociales: "¿Eso es lo que queríais? Pues aquí lo tenéis, maldita sea". Sus palabras suponen un completo respaldo a las decisiones de Putin y una advertencia a los adversarios de Rusia.

Medvedev, en sus declaraciones a una cadena de noticias emiratí, aseveró que el Oreshnik está destinado a "cambiar el curso del conflicto en Ucrania", poniendo de manifiesto la creencia en la efectividad de este nuevo sistema de misiles.

El comandante de la Fuerza de Misiles Estratégicos, Sergei Karakaev, ha añadido a la discusión que el Oreshnik tiene la capacidad de "alcanzar cualquier objetivo", incluyendo los que están "altamente protegidos", reafirmando que el misil puede impactar en "toda Europa".

El conflicto en Ucrania comenzó hace más de mil días, cuando el presidente Putin ordenó la invasión en febrero de 2022. Desde entonces, la situación ha sido de estancamiento en las líneas del frente, con choques esporádicos que también se han trasladado al suelo ruso, especialmente tras la infracción ucraniana en la región de Kursk en agosto.