Un nuevo episodio de agresión ocurrió el pasado 17 de julio cuando un dron atacó un campo petrolero en el Kurdistán iraquí, administrado por una compañía noruega, sin que el incidente haya dejado heridos, tal como informaron las autoridades locales. Este hecho se produce en un contexto alarmante de ataques similares que han estado ocurriendo en la región durante los últimos días.

La Autoridad Antiterrorista del Kurdistán, bajo el Consejo de Seguridad de la región, informó a través de su cuenta oficial en Facebook que el objetivo del ataque fue el campo petrolero de DNO ANS, ubicado en Tauke, en el distrito de Zajo. Este campo petrolero ya había sido blanco de un ataque previo el miércoles anterior, lo que demuestra una escalada en la violencia en la región.

En el mismo día del ataque, se produjeron incidencias en tres campos petroleros adicionales. En respuesta a esta serie de ataques, el Gobierno kurdo emitió una condena contundente, calificando estas acciones como "terroristas" y solicitando al Gobierno central de Irak que tome medidas decisivas para garantizar la seguridad y llevar a los responsables ante la justicia.

Estos eventos se inscriben en un patrón de agresiones con drones que han aumentado desde que se anunció un alto el fuego entre Israel e Irán el 24 de junio, tras días de intensos enfrentamientos entre las fuerzas israelíes y el régimen de Teherán. La preocupación por la seguridad en el Kurdistán ha crecido significativamente en este contexto regional volátil.

Las autoridades del Kurdistán han señalado a milicias respaldadas por Irán como las responsables de estos ataques, criticando fuertemente al Gobierno de Bagdad por su inacción. Denuncian específicamente a las Fuerzas de Movilización Popular (FMP), una entidad compuesta por milicias proiraníes que ahora forman parte de las fuerzas de seguridad iraquíes, como los perpetradores de estos incidentes.

Frente a estas acusaciones, el Gobierno de Bagdad ha descalificado tales afirmaciones, catalogándolas como "inaceptables". A su vez, las FMP han negado cualquier implicación en los ataques y han desviado la culpa hacia el grupo terrorista Estado Islámico. Sin embargo, hasta el momento, no ha habido una declaración oficial que asuma la responsabilidad de estos incidentes, todos los cuales han ocurrido sin dejar víctimas mortales.