MSF alerta sobre el aumento de la violencia de las fuerzas israelíes y colonos contra los palestinos en Cisjordania

El Ejército de Israel ha sido acusado por la ONG Médicos Sin Fronteras (MSF) de bloquear la entrada a los campamentos de desplazados en Cisjordania, impidiendo así la llegada de ambulancias. Esta denuncia surge como consecuencia de la creciente violencia ejercida por parte del Ejército de Israel y de los colonos contra la población palestina en la región desde el inicio de la guerra con el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) el pasado 7 de octubre.
La ciudad de Yenín ha sido una de las más afectadas por las operaciones israelíes, donde los médicos de MSF han tenido que atender a numerosos heridos en el hospital público. Según el Ministerio de Sanidad palestino, controlado por la Autoridad Palestina, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) han matado a 30 personas y herido a 162 más. Los pacientes recibidos presentaban principalmente heridas de bala en el abdomen y las piernas, algunas de ellas potencialmente mortales.
Además, en el campo de desplazados de Yenín, los paramédicos se ven obligados a usar motocicletas de tres ruedas para recoger a los heridos debido a que las FDI bloquean con frecuencia las entradas del campamento, impidiendo así la llegada de ambulancias a tiempo para salvar vidas. MSF también ha denunciado la destrucción de infraestructuras y edificios palestinos en Yenín, causada por excavadoras y tanques del Ejército de Israel.
Esta violencia no se limita a Yenín, ya que las autoridades palestinas han registrado más de 170 palestinos muertos y más de 2.400 heridos desde el comienzo de la guerra. Los habitantes de Hebrón, al sur de Cisjordania, han expresado su inseguridad al caminar por sus calles y han afirmado que el acceso a servicios básicos como la alimentación y la sanidad está restringido debido a los desplazamientos forzosos y las restricciones de movimientos.
De acuerdo con información de la ONU, desde el inicio de la guerra, al menos 111 familias palestinas, compuestas por 905 personas, se han visto obligadas a abandonar sus hogares debido a la violencia ejercida por el Ejército de Israel y los colonos. MSF ofrece asistencia en salud mental y suministros de primera necesidad a estas familias.
Además, hay alrededor de 6.000 gazatíes que fueron expulsados de Israel tras la ofensiva de Hamás y que ahora viven en campamentos en Cisjordania. Estas personas han manifestado su sufrimiento al estar alejados de sus hijos y familias en Gaza, donde continúa la violencia y los bombardeos. Durante las visitas de MSF a estos campamentos, los pacientes han relatado haber sufrido golpes, humillaciones y maltratos por parte de las fuerzas israelíes durante su detención.
MSF ha hecho un llamado a las autoridades israelíes para que muestren contención y pongan fin a la violencia, los desplazamientos y las medidas restrictivas de movimientos. La necesidad de un alto el fuego y una tregua humanitaria es cada vez más urgente en medio de esta situación.
Se recuerda que el conflicto se desató el 7 de octubre luego de unos ataques perpetrados por milicianos de Hamás, los cuales causaron la muerte de alrededor de 1.400 personas en suelo israelí. Como respuesta, las FDI lanzaron una contraofensiva en la Franja de Gaza, que ha dejado hasta el momento más de 10.800 fallecidos.
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