En un emotivo acto que resuena con la historia y la cultura de Francia, el presidente Emmanuel Macron ha llevado a cabo una visita a la emblemática catedral de Notre Dame en París este viernes. Este evento se produce pocos días antes de su ansiada reapertura al público, marcada para el 8 de diciembre, y cinco años después del devastador incendio que dejó a esta joya del gótico francés en un estado crítico, conmoviendo a toda la nación.

Durante su recorrido, que fue transmitido en televisión y se extendió por alrededor de dos horas, Macron no escatimó en elogios hacia los trabajadores que han dedicado su esfuerzo a la restauración de la catedral. El presidente subrayó la capacidad de estos profesionales para "transformar el carbón en arte", una metáfora que resalta la trascendencia de su labor en la recuperación de un símbolo nacional que representa la identidad y el patrimonio cultural francés. En este contexto, Macron recordó los incidentes del pasado como una "herida nacional", reflejando el dolor colectivo que aún persiste.

Macron, desde el altar de la icónica catedral, expresó su profundo agradecimiento a todos aquellos que han participado en los trabajos de reconstrucción. "Ustedes fueron la sanación con su compromiso y trabajo", afirmó, resaltando la importancia del esfuerzo colaborativo que permitió la restauración del monumento. Esto no solo es un reconocimiento a las manos esforzadas, sino también a la resiliencia del pueblo francés en momentos de crisis.

La visita de Macron es significativa pues representa la primera ocasión en la que el público puede apreciar el resultado de las arduas labores de restauración. Con diez días de anticipación a la reabertura oficial, el evento ha generado expectación y esperanza en la ciudadanía, que ve en la recuperación de Notre Dame no solo la restauración de un edificio, sino también el renacer de un símbolo cultural de gran relevancia.

Luego del incendio que devastó la catedral en 2019, Macron prometió poner en marcha un proceso de reconstrucción que no solo devolvería a Notre Dame su esplendor perdido, sino que la haría “aún más hermosa” que antes. Según fuentes del Elíseo, este notable objetivo ha sido logrado, lo cual es un motivo de celebración para todos los franceses que aman su cultura y su historia.

Cerca de 250 empresas y un gran número de expertos han sido convocados para llevar adelante este monumental esfuerzo. La restauración de Notre Dame ha implicado un gasto aproximado de 700 millones de euros, lo que le ha valido la denominación de "la obra del siglo". Este importante proyecto no solo reafirma la importancia de la catedral en la conciencia nacional, sino que también asegura su preservación para futuras generaciones.