La Unión Europea ha pedido a las autoridades de Azerbaiyán que tomen medidas para proteger los derechos de los armenios en Nagorno Karabaj y permitir el acceso de la misión de Naciones Unidas. Esto se debe a un "éxodo masivo" provocado por la reciente operación militar llevada a cabo por Azerbaiyán el 19 de septiembre.

A raíz de la toma de control de la zona por parte del Ejército azerí, casi 85,000 personas, que representan dos tercios de la población de Nagorno Karabaj, han tenido que abandonar sus hogares y buscar refugio en Armenia. El Servicio de Acción Exterior, dirigido por Josep Borrell, ha expresado su preocupación por esta situación y ha llamado a la acción.

En este contexto, la diplomacia europea ha considerado "esencial" que una misión de Naciones Unidas tenga acceso al territorio en los próximos días. Además, ha instado a brindar acceso humanitario en la zona para satisfacer las necesidades de las personas desplazadas y de aquellos que decidan quedarse en la región separatista.

La UE ha enfatizado la labor del Comité Internacional de la Cruz Roja en la evacuación de heridos y enfermos, y ha proporcionado apoyo a la asistencia de emergencia en el terreno. Del mismo modo, los Veintisiete han tomado nota del proceso de registro de residentes armenios llevado a cabo por las autoridades azeríes, y han asegurado que seguirán de cerca la evolución de la situación.

Por su parte, Azerbaiyán tiene la responsabilidad de garantizar los derechos y la seguridad de los armenios en Nagorno Karabaj, incluido su derecho a vivir en sus hogares con dignidad, sin intimidación ni discriminación. Sin embargo, el escepticismo de Armenia respecto a los compromisos de Azerbaiyán ha llevado a decenas de miles de personas a abandonar la zona.

Nagorno Karabaj es un territorio de 4,400 kilómetros cuadrados en el Cáucaso Sur que fue recuperado por Azerbaiyán en una ofensiva militar de 24 horas iniciada el 19 de septiembre. Anteriormente, la región, de mayoría armenia, había estado bajo el control de fuerzas proarmenias durante más de tres décadas, a pesar del reconocimiento internacional de su soberanía azerí.