En un giro sorpresivo en la política estadounidense, la Casa Blanca se ha manifestado enérgicamente contra un nuevo proyecto de ley que busca restringir la capacidad del presidente Donald Trump para implementar aranceles. Este proyecto, que cuenta con apoyo bipartisan en el Senado, pretende otorgar al Congreso un mayor control sobre estas decisiones cruciales.

La oficina de Administración y Presupuesto de la Casa Blanca ha expresado su firme oposición, argumentando que tal legislación comprometería significativamente la autoridad del presidente en la formulación de políticas exteriores y, en consecuencia, afectaría la seguridad nacional. Este pronunciamiento fue reportado por NBC News y subraya la importancia que la administración otorga a la autonomía del mandatario.

De ser aprobada esta ley, el presidente Trump tendría la obligación de informar al Congreso sobre la imposición de nuevos aranceles dentro de un período máximo de 48 horas, entregando un análisis detallado sobre sus posibles repercusiones en los consumidores y las industrias estadounidenses. Después de este anuncio, los legisladores tendrían un total de 60 días para evaluar y aprobar estas decisiones, lo que añade un nuevo nivel de escrutinio al proceso.

El impulso detrás de esta iniciativa proviene del senador republicano Chuck Grassley y la senadora demócrata Maria Cantwell, quienes la semana pasada emitieron un comunicado conjunto. En él, argumentaban que las "guerras comerciales" pueden tener efectos devastadores en la economía y afirmaron que el Congreso tiene la responsabilidad de intervenir y prevenir acciones perjudiciales para el bienestar del país.