MADRID, 29 de octubre. El ex gerente del PSOE, Mariano Moreno, compareció este miércoles ante el Tribunal Supremo y reveló que los importe en efectivo que recibió el ex ministro de Transportes, José Luis Ábalos, junto a su asesor, Koldo García, eran simplemente reintegros de gastos adelantados, lo que obligó a retirar dinero del banco para ingresarlo en la caja del partido. Esta declaración dejó perplejo al magistrado Leopoldo Puente, quien cuestionó la lógica detrás de este manejo financiero.
Durante su testimonio, que se extendió por alrededor de una hora, Moreno respaldó las afirmaciones previas de Celia Rodríguez, una integrante del equipo de Organización del PSOE, reconocida por la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil como responsable de advertir a Koldo sobre la recogida de sobres con dinero destinados a él y a Ábalos.
Puedes seguir el hilo de la conversación entre el juez y Moreno, donde se exploró si, durante su gestión, los gastos adelantados por representantes del PSOE —como viajes, alojamiento o comidas— eran reembolsados en efectivo. Esto ocurría mediante la presentación de formularios y la entrega de tickets o facturas, que posteriormente eran validados por la Administración, quien avisaba al solicitante para recoger el dinero.
Fuentes legales consultadas por Europa Press confirmaron que este procedimiento era común tanto en la Secretaría de Organización como en la Ejecutiva Federal. Ante la pregunta sobre el origen de los fondos en efectivo, Moreno explicó que el dinero se solicitaba al banco, que extraía fondos de la cuenta del PSOE para que una empresa de seguridad los transportara a la sede central en Madrid, un método que sorprendió al juez. “¿Para qué necesitaba el PSOE este flujo de efectivo?”, planteó el magistrado, según las fuentes.
Moreno respondió que el propósito era “dotar la caja del partido”, lo que llevó a Puente a criticar la respuesta como poco satisfactoria. El ex gerente se defendió al enfatizar que, en relación a las necesidades del PSOE, las cantidades no eran desproporcionadas. De hecho, mencionó que en 2018 se reportaron gastos federales de 17 millones de euros, mientras que la caja contaba con aproximadamente 100,000 euros, destacando que la mayoría de las transacciones se procesaban a través de transferencias bancarias.
Adicionalmente, destacó que la caja también cubría gastos anticipados de proveedores y compensaciones a trabajadores voluntarios y personal relacionado con el partido. Sin embargo, el juez volvió a reiterar su incredulidad sobre la necesidad de retirar dinero del banco y contratar a una empresa de seguridad para el traslado, cuestionando la lógica detrás de pagar en efectivo en lugar de realizar transferencias directas. “No entiendo la ventaja”, expresó.
Moreno se limitó a indicar que esa modalidad de operación ya existía cuando asumió la gerencia, ya que formaba parte de la cultura organizativa, y añadió que muchos empleados, que solían adelantar gastos considerables, preferían recibir el reembolso en efectivo al llegar a Madrid.
Por último, el juez solicitó aclaraciones sobre la verificación de los gastos reclamados en los formularios, corroborados con recibos y facturas. Aunque Moreno, al igual que Rodríguez, aseguró que esta tarea correspondía a la Administración, admitió que no podía garantizar la eficacia del proceso de verificación al 100%.
“Eso no es una comprobación. Si Ábalos solicitaba ciertas cantidades, ¿el control era simplemente que él lo reclamaba? Eso no se puede considerar un control”, argumentó Puente, según las fuentes consultadas.
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