El Ejército de Israel ha confirmado que continúan los combates con miembros de Hamás en varias localidades, advirtiendo a otros grupos y países de no involucrarse en la guerra. La situación ha sido descrita como una tragedia nacional, con más de 700 muertos y 2.000 heridos.

Libby Weiss, la mayor del Ejército de Israel, ha declarado que los combates con Hamás tomarán tiempo y ha destacado que la situación es sin precedentes. Hasta el momento, se han reportado combates activos en entre seis y ocho ubicaciones en el sur de Israel, donde Hamás mantiene a israelíes como rehenes.

Además, se están llevando a cabo evacuaciones en estas zonas para trasladar a la población a áreas seguras de Israel. Las Fuerzas de Defensa de Israel están bombardeando posiciones de Hamás en la Franja de Gaza debido a las continuas infiltraciones de milicianos.

Weiss ha denunciado que cientos de terroristas de Hamás lograron ingresar en territorio israelí durante la ofensiva, cometiendo actos de violencia y matando a civiles. Ha calificado la situación como una pesadilla y la mayor masacre de civiles israelíes desde 1948.

El Ejército de Israel ha llevado a cabo bombardeos de precisión contra activos militares de Hamás y está comprometido en rescatar a los rehenes israelíes en Gaza. Por el momento, no se ha llevado a cabo una invasión terrestre, pero todas las opciones están sobre la mesa.

Weiss ha hecho hincapié en que cualquier organización terrorista o país que apoye a estas organizaciones no debería involucrarse en el conflicto. El ejército está monitoreando todas las fronteras y ha respondido a los ataques del grupo libanés Hezbolá.

El mensaje del Ejército de Israel es claro: no pongan a prueba la determinación del país. La situación es tensa y cualquier involucramiento adicional podría empeorar las cosas.