El gobierno de China ha sido elogiado por el Movimiento Nacional de Liberación de Palestina (Al Fatá) por sus esfuerzos en facilitar un diálogo en Pekín con el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás), a quienes culpan por el fracaso de intentos anteriores.

Al Fatá, liderado por el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, ha expresado su interés en que se lleve a cabo esta nueva mesa de diálogo, insinuando que el encuentro planeado para mediados de este mes podría estar en riesgo debido a la falta de un "clima adecuado".

En un comunicado, Al Fatá ha manifestado su compromiso en asegurar el éxito de los esfuerzos de China, especialmente porque culpan a Hamás por el fracaso de todas las negociaciones pasadas, incluyendo la última en El Cairo, donde se negaron a asistir.

El movimiento ha enfatizado su determinación en establecer un diálogo en China y continuará trabajando para completar todos los preparativos necesarios para crear el ambiente propicio para el éxito de esta mediación.

Las discrepancias entre ambas facciones han existido durante años, agravándose desde la victoria de Hamás en las elecciones parlamentarias de 2006, lo que condujo a la separación administrativa entre Cisjordania y la Franja de Gaza.