Crónica España.

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Grupos conservadores solicitan el cese de los abusos a los prisioneros políticos en Bielorrusia.

Grupos conservadores solicitan el cese de los abusos a los prisioneros políticos en Bielorrusia.

Un grupo de 24 asociaciones internacionales de Derechos Humanos han emitido un comunicado conjunto pidiendo a las autoridades de Bielorrusia que detengan el aislamiento y los malos tratos a los presos políticos. El foco principal de la petición ha sido María Kolesnikova, una prominente opositora que está actualmente recluida en régimen de aislamiento.

Las asociaciones han exigido que las autoridades bielorrusas pongan fin inmediatamente a los procesamientos políticos y liberen a todas las personas encarceladas por ejercer sus libertades fundamentales. También han solicitado información sobre la salud de Kolesnikova y han pedido acceso inmediato a los médicos que ella elija, así como la restauración de la comunicación con su familia y su abogado según la ONG Human Rights Watch (HRW).

Kolesnikova ha sufrido privación de alimentos y medicamentos esenciales a pesar de su grave estado de salud, y no se le ha permitido el contacto con sus familiares ni su abogado durante casi cuatro meses. Según HRW, la dirección de la colonia penal femenina N4 de Homiel en la que se encuentra la opositora ha sido responsable de su maltrato y ha expresado su "profunda preocupación" por su deterioro de salud.

Encarcelada en 2020 por oponerse a un intento de expulsión forzada del país, Kolesnikova fue condenada en 2021 a 11 años de prisión por "extremismo", "llamamiento a cometer acciones que atentan contra la seguridad nacional" y "intento de tomar el poder". En noviembre de 2022, Kolesnikova fue hospitalizada y operada por úlcera perforada después de más de 10 días en régimen de aislamiento. A pesar de desvanecimientos repetidos, la administración de la colonia penal se negó a trasladarla y no informó a su familia hasta diciembre de ese mismo año. Desde mediados de febrero, Kolesnikova ha estado completamente incomunicada y actualmente se encuentra recluida en una celda de castigo.

Esta práctica de aislamiento y maltrato a los presos políticos se ha extendido en Bielorrusia en los últimos meses, con otras figuras políticas como Maksim Znak, Siarhei Tsikhanouski, Viktar Babaryka, Mikola Statkevich e Ihar Losik siendo también dejados incomunicados por las autoridades.