Crónica España.

Crónica España.

Garamendi (CEOE) advierte: el diálogo social enfrenta una crisis y modificar el despido pondría en riesgo la reforma laboral.

Garamendi (CEOE) advierte: el diálogo social enfrenta una crisis y modificar el despido pondría en riesgo la reforma laboral.

El presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), Antonio Garamendi, ha expresado su preocupación por la situación actual del diálogo social en España, indicando que se encuentra en un estado crítico debido a las decisiones del Ministerio de Trabajo. Garamendi ha señalado que temas cruciales como el registro de jornada y el permiso de defunción no están siendo discutidos en las mesas de negociación, ya que el ministerio opta por imponer reglamentos de manera unilateral.

En sus declaraciones, Garamendi criticó la falta de colaboración y comunicación con el Parlamento, citando que, tras recibir una negativa en cuanto a sus propuestas, el ministerio ha optado por desviar el proceso legislativo a normativas que recuerdan a épocas anteriores a la democracia. Este enfoque, según él, afecta directamente el acuerdo alcanzado en la reforma laboral, poniendo en peligro las bases de la negociación colectiva.

Aunque reconoció que la CEOE ha alcanzado acuerdos significativos con el ministerio dirigido por Yolanda Díaz, Garamendi advirtió que la gestión actual sobrepasa los límites establecidos, generando desconfianza entre los actores económicos. Resaltó que se han iniciado negociaciones para modificar el régimen de despido, un tema que no formó parte de la reforma laboral original, y que se basa en su opinión en premisas erróneas.

Garamendi subrayó que se ha alegado una supuesta directiva de la Carta de Derechos Sociales de Europa, sugiriendo cambios en las regulaciones de despido, pero recordó que el Tribunal Supremo español ha ratificado la conformidad de la legislación nacional con la normativa europea y las obligaciones de la OIT. Aun así, tanto el ministerio como los sindicatos parecen ignorar esta realidad, optando por un enfoque que podría distorsionar el marco legal previamente acordado.

El líder empresarial también planteó la preocupación de que al promover despidos subjetivos, se socavaría la confianza en los convenios colectivos, lo que a su vez podría alimentar la desconfianza en la paz social, un elemento fundamental para la estabilidad económica del país. La incertidumbre en torno a cuestiones como el salario mínimo y los impuestos puede literal y figurativamente frenar la contratación por parte de las empresas.

Garamendi señaló además que los sistemas de indemnización en España deberían revisarse en comparación con otros países europeos, donde los derechos de indemnización son significativamente más bajos, mencionando el caso de Reino Unido, donde un trabajador con menos de dos años de antigüedad prácticamente no recibe indemnización. Aseguró que la falta de discusión sobre estas diferencias en el marco del diálogo social es una omisión preocupante.

En relación con el permiso de defunción, Garamendi aclaró que su crítica se centra más en los métodos del ministerio que en la medida en sí. Su preocupación radica en que se adoptan decisiones sin una previa consulta y debate con los sindicatos y otros actores relevantes, lo que diluye el enfoque colaborativo que debería imperar en la formulación de políticas laborales.

El presidente de la CEOE también abordó un tema que considera vital: el absentismo laboral. Según sus estimaciones, cerca de 1.600.000 personas no acuden a sus puestos de trabajo a diario, un fenómeno que atribuye tanto a razones de salud como a un tipo de "ausentismo profesional". A juicio de Garamendi, es fundamental que este problema se incluya en el Acuerdo Interconfederal de Convenios (AENC), ya que afecta de manera significativa a la operativa de las empresas, en especial las más pequeñas.

Subrayó la necesidad de invertir más en sanidad y mejorar la colaboración con mutuas para abordar de manera efectiva este problema, ya que un alto volumen de bajas laborales, especialmente entre jóvenes, puede resultar dañino para la moral de los equipos de trabajo y la productividad empresarial. Frente a este reto, insta a la implementación de controles más rigurosos para identificar abusos en el uso de bajas laborales y a sentarse con todas las partes para encontrar soluciones sostenibles.

Finalmente, Garamendi expresó su inquietud por el aumento en las bajas por razones psicológicas, exacerbadas tras la pandemia, lo que implica un desafío adicional a la hora de abordar el absentismo. Reconoció la complexidad del tema, resaltando que es necesario un enfoque colaborativo para hacer frente a esta problemática, que afecta a todos los actores en el entorno laboral.