Erdogan solicita a la UE revitalizar su candidatura mientras Bruselas destina 1.000 millones para refugiados sirios.

BRUSELAS, 17 de diciembre - En una jornada clave para la diplomacia europea, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ha instado a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, a revitalizar las relaciones entre Turquía y la Unión Europea. Erdogan ha propuesto una "nueva visión" que podría favorecer la perspectiva de adhesión de Turquía al bloque comunitario. La presidenta de la Comisión ha reconocido el papel fundamental que desempeña Ankara en la acogida de refugiados sirios y ha anunciado un apoyo financiero adicional de 1.000 millones de euros para respaldar estos esfuerzos.
Durante este encuentro, Erdogan dejó claro que la integración de Turquía en la UE es un objetivo estratégico que beneficiaría tanto a su país como a la propia Unión. Subrayó que los acontecimientos recientes han reforzado la posición de Turquía como un actor clave en la región, especialmente en el contexto de los recientes cambios en Siria tras la caída del régimen de Al Assad. Las declaraciones de Erdogan reflejan su deseo de que Bruselas reconsidere y favorezca un acercamiento renovado a su país.
El mandatario turco también destacó la importancia de cooperar de manera que ambas partes obtengan beneficios. Erdogan manifestó su interés en que las relaciones con la UE se fortalezcan, enfatizando que Von der Leyen muestra un compromiso con el diálogo cercano con las autoridades turcas. Este enfoque de cooperación parece ser un elemento central en las negociaciones futuras.
En relación a la situación en Siria, Erdogan ha instado a la comunidad internacional a invertir en la reconstrucción del país y en el proceso de transición política, lamentando la falta de apoyo en el pasado mientras la población siria sufría un conflicto devastador.
Por otro lado, Von der Leyen, en su intervención, anunció la asignación de una cantidad extraordinaria de 1.000 millones de euros para 2024, destinada a mejorar las condiciones de vida de los refugiados sirios que actualmente se encuentran en Turquía. La presidenta de la Comisión Europea recalcó la responsabilidad que ha asumido Turquía en la gestión de esta crisis humanitaria durante más de una década, lo que destaca la necesidad de una colaboración continua entre ambas partes.
Desde el 2011, la UE ha colaborado significativamente en este ámbito, con contribuciones que ascienden a casi 10.000 millones de euros. Von der Leyen subrayó que la nueva partida será crucial para la educación y los servicios esenciales, además de facilitar el control fronterizo y el regreso voluntario de los refugiados. Este compromiso refuerza la idea de que el apoyo a Turquía es clave para manejar de manera efectiva la crisis migratoria que ha afectado a Europa.
En sus comentarios, la conservadora alemana también reconoció el papel clave que juega Turquía en la gestión migratoria y abogó por seguir adelante con la cooperación, tanto en el contexto de la situación en Siria como para mejorar las relaciones entre Ankara y la Unión Europea, en calidad de "país candidato". Sin embargo, también advirtió que cualquier avance debe ir acompañado de esfuerzos sustanciales para eliminar barreras comerciales.
En el marco de esta cooperación, Von der Leyen destacó la necesidad de que Turquía colabore en la prevención de las maniobras de Rusia para eludir sanciones, así como en la búsqueda de una solución diplomática al prolongado conflicto en Chipre. Estas cuestiones complican aún más el panorama de las relaciones entre Turquía y la UE, que ya son descritas como "ricas pero complejas".
Con respecto a Siria y la nueva administración interina de carácter islamista, se abre una nueva oportunidad para avanzar hacia una transición pacífica, aun cuando Von der Leyen ha advertido sobre los riesgos involucrados. Su mensaje fue claro: el proceso debe preservar la soberanía y la integridad territorial de Siria mientras atiende las diversas aspiraciones del pueblo sirio.
Sobre el regreso de los refugiados sirios, Von der Leyen reconoció que, tras la caída del régimen de Al Assad, hay una fuerte inclinación natural hacia el retorno. Sin embargo, también dejó claro que este retorno debe ser "voluntario, seguro y digno", conforme a los estándares establecidos por ACNUR.
La presidenta de la Comisión Europea también subrayó ante Erdogan que Turquía juega un papel "esencial" en el proceso de transición en Siria y en la estabilización de la región, enfatizando la importancia de tener en cuenta los intereses de seguridad de Turquía, al tiempo que todos los grupos minoritarios en Siria deben disfrutar de seguridad. No obstante, no se hizo mención específica a los kurdos, quienes han sido objeto de conflictos en el pasado.
Ante esta situación, Erdogan ha sido claro al afirmar que Siria "no puede convertirse en un refugio para el terrorismo", reafirmando su posición de que ni el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) ni el Estado Islámico deben tener espacio en el futuro que se construya para Siria. Esta firmeza en su posición destaca la complejidad de los temas que quedan por resolver en las próximas negociaciones entre Turquía y la Unión Europea.
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