El Ejército de China ha puesto en marcha una serie de maniobras militares alrededor de la isla de Taiwán, simulando el bloqueo de puertos y asaltos contra objetivos marítimos y terrestres. Esto sucede poco después de que el presidente taiwanés, Lai Ching Te, reiterara su compromiso de resistir cualquier intento de anexión por parte de Pekín.

El portavoz del Mando de Operaciones Oriental, Li Xi, ha comunicado que las tropas de múltiples servicios están participando en los ejercicios conjuntos llamados 'Espada Conjunta-2024B'. Dichos ejercicios buscan probar las capacidades militares y enviar una fuerte advertencia contra cualquier acto separatista en la isla, considerada por China como una provincia rebelde bajo su soberanía.

El Ministerio de Defensa de Taiwán ha condenado los ejercicios, calificándolos de irracionales y provocativos, y ha decidido desplegar las fuerzas apropiadas en respuesta. Por su parte, las autoridades chinas han dejado claro que no tolerarán la independencia de Taiwán y no descartarán el uso de la fuerza para evitar la secesión.

Las relaciones entre China y Taiwán se rompieron en 1949, después de una guerra civil en la que el Partido Comunista derrotó a las fuerzas nacionalistas. A pesar de los intentos de restablecer relaciones a nivel empresarial e informal en la década de los 80, las tensiones entre ambas partes persisten hasta hoy.