Crónica España.

Crónica España.

Carlos III enfrenta el desafío de fortalecer la monarquía y frenar el creciente republicanismo.

Carlos III enfrenta el desafío de fortalecer la monarquía y frenar el creciente republicanismo.

En Reino Unido, la estabilidad que ha abanderado la monarquía frente a los regímenes electos, durante las siete décadas de reinado de Isabel II, ha disminuido. Con un nuevo rey en el trono y una Casa Real con una lista de escándalos, cada vez se hace más evidente la división intergeneracional y el ascenso del sentimiento republicano en el país que antes admiraba al Palacio de Buckingham.

Carlos III, quien prometió "lealtad" a la ciudadanía en su primer discurso luego del fallecimiento de su madre, dejó claro que quiere ser rey para "toda la vida". Mientras que el 58% de los británicos creen que la monarquía es buena para el país, eso marca una disminución respecto al 73% registrado en 2012. Entre los jóvenes, solo el 32% opina lo mismo y cuatro puntos por encima ven a la monarquía de forma negativa, según una encuesta reciente de YouGov.

Entre la población, hay una creciente percepción de que la institución de la monarquía aún existe, pero no es clara la duración en el tiempo. Un 45% cree que el Reino seguirá siendo una monarquía dentro de un siglo, mientras que el 37% anticipa que no lo será.

Este debate, sin embargo, solo parece estar abierto de manera clara en algunos países de la Commonwealth, herederos del colonialismo que siguen teniendo a Londres como su jefe de Estado. Tras la ruptura de Barbados en 2021, países como Antigua y Barbuda o Nueva Zelanda han dejado abiertas las puertas al republicanismo.

Con respecto a Carlos III, solo el 14% de los encuestados opinan que está haciendo un mal trabajo, frente al 59% que lo apoya. Aunque empeoró los datos de popularidad que recibió de su madre, el rey no ha caído hasta niveles preocupantes para su propia continuidad ni para la de la institución.

Por otro lado, la imagen de la reina consorte Camila está mucho más consolidada luego de que Isabel II le dio el aval público que por años le había negado. Las principales amenazas para el nuevo monarca vienen por los escándalos que rodean a otros miembros de la familia.

Su hermano Andrés se quedó sin honores tras verse involucrado en un escándalo de presuntos abusos sexuales, mientras que su hijo menor, el príncipe Enrique, ha renunciado a sus principales funciones como miembro de la familia real y ha aireado como nunca antes los trapos sucios de su familia, con alusiones directas tanto a Carlos III como al heredero directo, el príncipe Guillermo.

El príncipe Enrique asistirá a la ceremonia de coronación sin su esposa, Meghan Markle, ni sus hijos, quienes se quedarán en Estados Unidos. Dentro de los momentos más esperados del día de la coronación se encuentra el ceremonial saludo desde el balcón del Palacio de Buckingham, donde previsiblemente el rey se asomará acompañado por miembros de su familia.

Para el día de la coronación, las autoridades británicas esperan la concentración de grupos antimonárquicos. Aunque no se prevén grandes movilizaciones, un grupo ha convocado una manifestación junto a la estatua del rey Carlos I, decapitado en 1649, en Trafalgar Square, aunque esperan reunir a menos de 2.000 personas, según la BBC.