Crónica España.

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Abascal tacha a Sánchez de "corrupto" y "traidor"; el presidente lo acusa de tener un "discurso manipulador" sobre la inmigración.

Abascal tacha a Sánchez de

En una reciente sesión del Congreso, el líder del partido Vox, Santiago Abascal, no escatimó en palabras al señalar al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, como un “corrupto, traidor e indecente”. Estas declaraciones se produjeron en un ambiente tenso durante la sesión de control al Ejecutivo, donde las diferencias en política migratoria y gestión de recursos fueron el foco del debate.

Abascal cuestionó cuánto dinero de los contribuyentes se destina a la inmigración ilegal, apuntando a las subvenciones a organizaciones no gubernamentales que apoyan a migrantes y el coste asociado a su cuidado. Según su análisis, la carga financiera generada por la inmigración irregular supera el costo de cuidar a nuestros ancianos en residencias, lo que dejó entrever una crítica a la gestión económica del Gobierno de Sánchez respecto a la inmigración.

El líder de Vox no se detuvo en cuestiones económicas, enfatizando que el verdadero costo va más allá de lo material. “Lo peor es la inseguridad que enfrentan las mujeres”, afirmó, mientras relataba incidentes de violencia donde la responsabilidad recaía, según él, sobre la inmigración. “Ustedes son responsables de transformar nuestras calles en un lugar peligroso”, insistió, subrayando su visión de que las políticas actuales han fallado en proteger a la ciudadanía.

Tras estas acusaciones, la presidenta del Congreso, Francina Armengol, intervino para reprochar a Abascal su tono y lenguaje, advirtiendo que esos insultos serían eliminados del acta parlamentaria. Su comentario reflejó una preocupación por el respeto y la dignidad que deben presidir el debate político.

En respuesta, Sánchez defendió la postura del Gobierno respecto a la violencia de género, resaltando que esta afecta a todas las personas, independientemente de su origen. Además, indagó sobre la financiación de Vox, sugiriendo que la relación con ciertos grupos podría estar motivada por un interés personal más que por un verdadero compromiso con los problemas del país.

El presidente del Gobierno también abordó la cuestión migratoria, asegurando que la mayoría de los migrantes en España han llegado de manera regular en la última década. Resaltó los esfuerzos realizados por su administración para reducir la migración irregular, citando estadísticas que indican un descenso significativo durante el último año.

Por otro lado, Sánchez planteó el problema demográfico que enfrenta España, argumentando que la falta de una adecuada política de natalidad podría conducir a grandes retos económicos en el futuro. “¿Cómo sustentaremos nuestro estado de bienestar si no somos capaces de tener una población activa suficiente?”, cuestionó, aludiendo al impacto de una fuerza laboral decreciente en el crecimiento económico del país.

Finalmente, Sánchez instó a los partidos de oposición, especialmente a Vox, a repensar su posición sobre estos temas, advirtiendo que el futuro de España depende de la capacidad de ser una sociedad que abrace la prosperidad en lugar de ceder ante la pobreza y el cierre. Con estas palabras, cerró un debate que sigue evidenciando la profunda polarización en torno a la política migratoria y social en España.