En la jornada del 4 de diciembre en Madrid, la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA) ha lanzado una ambiciosa campaña que abarca todas las comunidades autónomas de España. El eje central de esta iniciativa es la promoción de una reforma que ajuste los tramos autonómicos del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), que actualmente afecta a más de dos millones de autónomos en todo el territorio nacional.

La propuesta de UPTA busca alivianar la carga fiscal que enfrentan los trabajadores autónomos, solicitando la reducción de cinco puntos porcentuales en la escala autonómica del IRPF para aquellos cuyos ingresos netos no superan los 35.200 euros anuales. Esta medida tiene como finalidad ofrecer un respiro económico a un sector que, a menudo, se ve presionado por un entorno fiscal desfavorable.

Con un análisis exhaustivo y una estimación de base, UPTA ha identificado que un autónomo con ingresos anuales de 30.000 euros podría beneficiarse de un ahorro promedio de 474 euros. En conjunto, se estima que las 15 comunidades autónomas que podrían implementar esta reforma generarían un ahorro total de más de 899 millones de euros, excluyendo a Navarra y el País Vasco, que tienen un régimen fiscal diferenciado.

Para equilibrar la eventual pérdida de recaudación que ocasionaría esta reducción impositiva, UPTA propone compensar dicho déficit a través del sistema de financiación estatal. Entre sus sugerencias, destaca un incremento en la tasa del Impuesto sobre Sociedades, que pasaría del 20% al 25-27% para las empresas que generan más de 4 millones de euros en facturación, lo que podría traducirse en una recaudación adicional que oscila entre 1.200 y 1.800 millones de euros.

El presidente de UPTA, Eduardo Abad, ha remarcado la importancia de esta reforma, señalando que el 95% del tejido empresarial en España está compuesto por autónomos que gestionan pequeños negocios. Abad sostiene que es inaceptable que aquellos que operan con márgenes ajustados terminen pagando más impuestos que las grandes firmas del IBEX 35. “Es esencial reformar un modelo fiscal que resulta injusto y perjudicial. La única solución viable es reducir los impuestos para los autónomos”, argumenta con firmeza.

Con esta propuesta, UPTA ha comenzado a enviar documentos a los parlamentos autonómicos, buscando la implementación de esta reducción fiscal. Su objetivo es aliviar la presión tributaria, incrementar la liquidez en los negocios pequeños, mejorar la estabilidad financiera y evitar cierres, así como mitigar la informalidad laboral.

Desde UPTA se advierte que el marco fiscal actual crea desigualdades, dado que muchos de los 3,4 millones de trabajadores autónomos en España disponen de ingresos limitados y márgenes reducidos, en contraste con un pequeño grupo de sociedades que sobrepasan los 4 millones de euros de facturación, representando menos del 5% del total.

“Los pequeños autónomos enfrentan una presión fiscal desproporcionada en relación con sus ingresos, mientras que las grandes corporaciones tienen acceso a mecanismos y deducciones que les permiten optimizar su carga impositiva”, concluye la organización, subrayando la necesidad de un cambio en la estructura tributaria para garantizar una competencia justa.