En el contexto del prolongado conflicto que ha asolado a Ucrania durante más de mil días tras la invasión ordenada por Vladimir Putin, las autoridades ucranianas han hecho pública la denuncia de un nuevo episodio que podría constituir un crimen de guerra. Este miércoles, se reportaron ejecuciones de prisioneros de guerra a manos de las tropas rusas, lo que ha elevado aún más las tensiones en el terreno.

Según la Fiscalía General de Ucrania, en un comunicado emitido a través de su canal de Telegram, se han comenzado investigaciones relacionadas con estos hechos. Las autoridades locales informaron que se están llevando a cabo los procedimientos necesarios en colaboración con la Fiscalía regional de Donetsk, lo cual pone de manifiesto la seriedad con la que se aborda esta violación de derechos humanos en medio del conflicto.

Los detalles facilitados por la Fiscalía indican que el incidente en cuestión podría haberse producido el pasado 10 de noviembre, durante un asalto por parte de las fuerzas rusas a las posiciones defensivas ucranianas en la localidad de Novodmitrivka, situada en el distrito de Pokrovski en Donetsk. Esta situación se suma a un patrón que ha sido documentado a lo largo del enfrentamiento bélico, según el cual las condiciones de los prisioneros de guerra han sido objeto de serias preocupaciones.

La investigación revela que el Ejército ruso capturó a dos soldados ucranianos y, en un acto que llama la atención por su brutalidad, les obligó a desnudarse y luego los condujo a través de un área boscosa. Posteriormente, ambas víctimas fueron fusiladas, lo que ha levantado alarmas sobre el respeto a las leyes internacionales que rigen la guerra. Además, tienen bajo investigación el posible asesinato de otros tres militares ucranianos que se encontraban heridos.

La Fiscalía ha enfatizado la gravedad de tales acciones, considerándolas como "un grave crimen internacional". Se acusa a Rusia no solo de violar las convenciones internacionales en lo que respecta a las normas de enfrentamiento, sino también de haber llevado a cabo ejecuciones sistemáticas de militares ucranianos a lo largo de la guerra. Las autoridades ucranianas continúan denunciando estos abusos con la esperanza de que las instancias internacionales tomen nota y actúen en consecuencia.