
En Málaga, el 18 de noviembre, el destacado tenista español Rafael Nadal expresó en una reciente conferencia de prensa su profunda reflexión sobre la inminente etapa de su carrera. Reconoció que no existe una "despedida ideal," y que, aunque ha aceptado que su salida del tenis profesional no será digna de una película, aún le emociona la posibilidad de contribuir a la victoria del equipo español en la Copa Davis. Admitió que, a pesar de su deseo de ganar, la competencia es complicada por la naturaleza del formato y la pista.
Durante la rueda de prensa, Nadal comentó: "No hay despedida ideal. Hace tiempo que me di cuenta que mi final no iba a ser de película. Mi despedida será la que vaya a ser, y sería fantástico tener un equipo competitivo y ganar la Copa Davis, porque además, sería una gran alegría para todos. Es una competición difícil por el formato y por el tipo de pista que es." Su equipo se prepara para enfrentarse a Países Bajos en los cuartos de final del tan apreciado torneo.
El tenista balear compartió que ha estado jugando "muy poco" en los últimos meses y que se esfuerza al máximo para estar listo en caso de que le toque salir a la pista. "Si estoy en la pista, jugaré con la máxima ilusión y determinación. Lo demás es trabajo de David Ferrer, que tomará las decisiones para que vaya lo mejor posible," acotó, dejando claro que su compromiso con el equipo es su prioridad inmediata.
Nadal también destacó los retos que enfrenta para mantener un nivel competitivo en el contexto de su irregularidad reciente. "He intentado trabajar lo más rápido posible durante el último mes y medio. Es un poco más difícil mantener el nivel en una base constante, pero creo que la mejora está ahí cada día, y tenemos un gran equipo," enfatizó, mostrando un enfoque positivo ante las adversidades.
Refiriéndose a su papel en el equipo, señaló que, a menudo, los resultados en el deporte pueden ser impredecibles. "A veces, en el deporte, las cosas son aleatorias y no se puede adivinar nada. Voy a ayudar lo que pueda al equipo, ya sea dentro o fuera de la pista," decía, subrayando su compromiso con el equipo independientemente de si juega o no.
Nadal fue contundente al afirmar que su despedida "no tiene porque generar importancia," ya que es un proceso natural en la vida de los competidores. "Estamos aquí para competir, por lo que no tenemos que distraernos y conseguir el mejor resultado posible. Estoy convencido que en la cabeza de todos está la Copa Davis," puntualizó, dejando claro su deseo de centrarse en lo que realmente importa: el rendimiento del equipo.
El tenista insistió en que no está allí para retirarse, sino para ayudar a sus compañeros. "Esta semana será mi última semana profesional, pero lo más importante aquí es ayudar al equipo y mantener todo el foco en lo que tenemos que hacer, que es jugar," indicó, resaltando la necesidad de priorizar el trabajo en equipo en este momento crucial.
Respecto a su decisión de retirarse, dio un giro personal al recordar lo que significó para él haber compartido tantos años con otros deportistas. "Al final es una parte de tu vida. En este momento me toca a mí, y quiero hacerlo con naturalidad, de la mejor manera posible y con la tranquilidad," reflexionó el ganador de 14 Roland Garros.
Analizando sus limitaciones físicas, Nadal comentó: "Lo que pasé y lo que sucedió el año pasado me hicieron sentir que no podía ser suficientemente competitivo a nivel máximo. Para mí hoy no tiene sentido continuar sabiendo que no tengo la oportunidad real de ser competitivo de la manera que me gusta, porque mi cuerpo no me da la posibilidad de hacerlo," explicó con sinceridad.
El tenista también minimizó la presión de la jubilación, diciendo que "la vida sigue" y que todo atleta eventualmente enfrenta esta situación. "No he terminado quemado del tenis, si pudiera continuaría jugando, pero no tengo el tiempo necesario para entrenar y competir al nivel que me compense lo personal," confesó, mostrando un enfoque reflexivo sobre la transición que enfrenta.
Al hablar de su deseo de terminar su carrera en la pista, Nadal compartió que su falta de regularidad lo llevó a esta difícil decisión. "Me he querido dar la oportunidad de intentarlo y así irme con la tranquilidad personal de haber hecho ese último esfuerzo. Sin embargo, por edad y por la lesión, ha llegado el momento de decir hasta aquí," reiteró, mostrando su compromiso con una salida digna.
Finalmente, Novak Nadal adelantó que lo que más extrañará será el "sentimiento de la competición, ver a los aficionados y la adrenalina" que siente durante los grandes partidos. "Probablemente, tendré cosas que me harán feliz o me darán sentimientos diferentes y más importantes," aseguró con la esperanza de encontrar nuevas pasiones después de su carrera profesional.
Su despedida del deporte se produce en un entorno de camaradería, destacando que ha tenido la suerte de formar parte de un equipo unido a lo largo de su carrera. "Hace 20 años que juego en esta competición y he pasado por muchas generaciones. Cuando ganas, todos ganan; cuando pierdes, todos pierden," celebró, reafirmando la importancia del trabajo en equipo en su trayectoria.
Por último, Nadal habló sobre las lesiones que ha enfrentado a lo largo de su carrera. "A todos los problemas que han surgido se ha ido buscando solución, pero con esta última lesión siento que no puedo desarrollarla porque no me da ventanas de entrenamiento. Eso ha hecho que esto se tenga que acabar," concluyó, reflexionando sobre el desgaste que conlleva ser un competidor de alto nivel durante tanto tiempo.
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