En un giro más que significativo en la situación de Jerusalén, las autoridades israelíes han decidido restringir el acceso del gran muftí de Jerusalén, Mohamed Hussein, a la mezquita de Al Aqsa por un período de seis meses. Esta medida se produce tras la controvertida visita del ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, quien pertenece a la derecha nacionalista, a la Explanada de las Mezquitas el pasado fin de semana.

El anuncio fue realizado por la gobernación de Jerusalén a través de un comunicado en Facebook, en el cual se detalla que el comandante de la Policía del distrito, el mayor general Amir Arzani, ha sido el responsable de firmar esta orden que prohíbe el acceso del muftí a uno de los lugares más sagrados para el islam.

Este hecho no es aislado. Cabe recordar que el gran muftí, quien ha ocupado su cargo desde 2006 bajo la designación del presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, ya había enfrentado restricciones anteriores, siendo vetado durante ocho días tras un sermón en el que criticaba la crítica situación humanitaria en la Franja de Gaza.

En el marco de su visita, Ben Gvir expresó su deseo de que la Franja de Gaza fuera nuevamente ocupada por las fuerzas israelíes, un comentario que ha generado un amplio rechazo entre los musulmanes a nivel internacional, mostrando la tensión existente en la región.

Las visitas de altos mandos israelíes a la Explanada de las Mezquitas suelen ser acompañadas de condenas por parte de las autoridades palestinas y jordanas, que buscan mantener el estatus quo que prohíbe a los judíos rezar en este lugar. Sin embargo, la Policía israelí ha mostrado cierta tolerancia permitiendo oraciones limitadas a aquellos que son escoltados al complejo.

La Explanada de las Mezquitas, que ha estado bajo control israelí desde la Guerra de los Seis Días en 1967, es el sitio donde una vez se levantaron el Primer y el Segundo Templo, símbolos de la herencia judaica, de los cuales solo queda el Muro de las Lamentaciones. Al mismo tiempo, alberga la mezquita de Al Aqsa, considerada el tercer lugar más sagrado en el Islam.