Las Fuerzas Armadas israelíes han llevado a cabo un dron en Kunín, en el sur de Líbano, que resultó en la muerte de Ismail al Zin, un alto mando de Hezbolá. Al Zin era miembro de Raduán, la fuerza de élite anticarro de Hezbolá, y era conocido por su implicación en ataques con proyectiles anticarro contra civiles y fuerzas de seguridad israelíes, así como por su supuesto papel en la preparación de incursiones en territorio israelí.

En un ataque separado, un militar israelí resultó herido en Kiriat Shmona por un proyectil lanzado desde territorio libanés por miembros de Hezbolá. La milicia libanesa ha reivindicado varios ataques en la región fronteriza, incluido un ataque con un dron que no causó daños materiales ni personales en Monte Dov.

En respuesta a los ataques de Hezbolá, Israel bombardeó objetivos en Jiam y Rab al Talazín, además de atacar con artillería Hula. Posteriormente, se dirigieron también a objetivos en Mais al Yabal, Blida, Kafr Kila y Yebain, con el objetivo de "eliminar las amenazas" presentadas por el grupo libanés.

Desde el 7 de octubre, unos 265 miembros de Hezbolá han muerto en ataques israelíes, la mayoría en suelo libanés pero también en territorio sirio. Además, hasta 50 miembros de otros grupos armados, un militar libanés y 60 civiles, incluidos tres periodistas, han perdido la vida en acciones llevadas a cabo por Israel.