El Real Madrid, bajo la dirección de Sergio Scariolo, logró una notable victoria ante el Olympiacos griego en el Movistar Arena, un resultado que representa un respiro tras un comienzo de temporada complicado.

El marcador final fue de 89-77 a favor de los madrileños, que, tras caer en la final de la Supercopa Endesa y sufrir en su primer encuentro europeo en Bolonia, necesitaban con urgencia este primer triunfo en la Euroliga. Aunque comenzaron el partido en desventaja, con diez puntos menos al final del primer cuarto, su esfuerzo y determinación les permitió recuperar terreno y finalmente llevarse la victoria.

Los griegos comenzaron el partido con una ofensiva arrolladora, demostrando precisión en sus tiros de larga distancia y concluyendo el cuarto inicial con un solo fallo en su último intento. El base Tyler Dorsey destacó con un inicio brillante, mientras que el equipo español lidiaba con los mismos problemas que arrastró en sus encuentros anteriores. A pesar de la dificultad en ataque, jugadores como Trey Lyles y Mario Hezonja comenzaron a mostrar destellos de oportunidad para los blancos.

El segundo cuarto marcó un cambio crucial. El Real Madrid, con más intensidad y confianza, comenzó a recortar la ventaja en el marcador. Sin embargo, Olympiacos, dirigido por Georgios Bartzokas, continuaba haciendo sentir su presencia en la cancha, dejando a los aficionados del Movistar Arena en silencio en varias ocasiones. Aun así, con la contribución de jugadores clave como Sergio Llull y Facundo Campazzo, los españoles lograron acercarse, pasando de estar a diez puntos a situarse a solo uno antes del descanso.

Dicho periodo terminó con un ligero tropiezo para el Madrid, que sufrió un par de pérdidas en los últimos momentos. A pesar de esto, un triple de Chuma Okeke dejó el marcador en un 47-53 al intermedio, aliviando así un poco las tensiones acumuladas durante el partido.

Al regreso del descanso, el Real Madrid mostró un desempeño renovado. En tan solo tres minutos, lograron empatar el encuentro gracias a un ataque más consistente y certero, liderado por Andrés Feliz y el apoyo de Hezonja y Abalde. Los griegos, por su parte, continuaron acumulando puntos desde la línea de tiros libres, lo que añadía frustración entre los aficionados españoles.

A medida que avanzaba el tercer cuarto, el equipo heleno comenzó a enfrentar dificultades desde el perímetro, dependiendo en gran medida de la línea de personal y de Nikola Milutinov en la pintura. Aunque lograron controlar los rebotes, terminaron el parcial un punto abajo, y con un resultado de 64-69 de cara al último cuarto.

Los últimos minutos fueron dominados por Trey Lyles, quien anotó cruciales puntos y ayudó a que el partido se empatara nuevamente. A diferencia de lo sucedido en el primer cuarto, el Real Madrid parecía invencible en ataque, construyendo su ventaja de manera efectiva gracias a la solidez de su defensa y la calidad individual de sus jugadores.

Por su parte, Olympiacos seguía con problemas para encontrar su ritmo desde la línea de tres, lo que permitió a los blancos cerrar el partido a su favor. Este triunfo, el primero en la temporada de Euroliga, no solo sirve para apaciguar las dudas surgidas en el inicio de la campaña, sino que también aporta un impulso vital para el equipo retomando la confianza necesaria.

--RESULTADO FINAL: REAL MADRID, 89 - OLYMPIACOS, 77. (Resultado al descanso: 47-53)

REAL MADRID: Feliz (9), Abalde (3), Hezonja (18), Lyles (8) y Tavares (7) --quinteto inicial--; Campazzo (9), Llull (6), Kramer (3), Deck (13), Garuba (2), Fernando (6) y Okeke (5).

OLYMPIACOS: Walkup (4), Dorsey (20), Fournier (14), Vezenkov (13) y Milutinov (10) --quinteto inicial--; Lee (4), Ward (7), Papanikolaou (3), Antetokounmpo (2), Netzipoglou (-), Peters (-) y Hall (-).

--ÁRBITROS: Javor, Nikolic y Porobic. Sin expulsiones.

--PABELLÓN: Movistar Arena.