Crónica España.

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Vuillard, creador de 'Conquistadores', pregunta: "¿Qué otras opciones tenía un estadounidense ante la victoria de Trump?"

Vuillard, creador de 'Conquistadores', pregunta:

El renombrado autor galo Éric Vuillard lanza su más reciente obra en territorio español junto a Tusquets, afirmando que el relato sobre la colonización mundial sigue vigente y no ha llegado a su fin.

En un evento reciente en Madrid, fechado el 6 de noviembre, el escritor español conocido por su profundización en figuras históricas controversiales, como el líder nazi Adolf Hitler a través de su libro 'El orden del día', Premio Goncourt 2017, ha manifestado sus reflexiones sobre el escenario político actual de Estados Unidos. Vuillard sostiene que la victoria de Donald Trump en las elecciones es síntoma de una "crisis democrática" que refleja una "desigualdad global". A su juicio, los votantes estadounidenses se vieron atrapados sin una "alternativa viable".

El autor argumenta que "la alternancia y el bipartidismo, considerados bases de la democracia americana, han mostrado sus limitaciones". En su diagnóstico, el bipartidismo en Estados Unidos es tan absoluto que ha creado una situación insostenible. Sostiene que, en el contexto de esta elección, los ciudadanos se enfrentaron a una falta de opciones realistas cuando se encuentran en condiciones socioeconómicas precarias.

Vuillard critica además la ausencia de una discusión centrada en la economía por parte de la vicepresidenta Kamala Harris durante el debate electoral, sugiriendo que esto le resultó perjudicial. Reconoce que el marco "antisocial" imperante en Estados Unidos provoca que numerosos votantes asocien a Harris con ideologías comunistas.

El autor considera que etiquetar a Trump como "inestable o brutal" no aborda las causas de fondo, dado que parece que él podría regresar a la Casa Blanca en un futuro cercano. "Las desigualdades han crecido tanto, tanto en Estados Unidos como a nivel global, que están desestabilizando el país y generando confusión en los ciudadanos", afirmó, añadiendo que la propaganda en contra de lo social ha llevado a un gran segmento de la población a erróneamente ver a Harris como comunista.

En el marco de la publicación de su libro 'Conquistadores' en España, 15 años después de su lanzamiento en Francia, Vuillard considera que la historia de la colonización permanece activa y relevante. Señaló que Europa sigue dependiendo de naciones en vías de desarrollo, donde la mano de obra es escasamente remunerada, para fabricar productos y extraer recursos naturales.

"Decidí titular el libro 'Conquistadores' porque es un término que se ha consolidado en nuestra historia". Este vocablo, para Vuillard, implica una responsabilidad colectiva. Si lo describiese como "invasor", no sería más que un intento de distanciarse de la historia colonial. A su juicio, las narrativas de la colonización siguen vigentes y son intrínsecas a nuestro mundo actual, donde gran parte de nuestras pertenencias están vinculadas a realidades de explotación extranjera.

Vuillard destaca que, al narrar la conquista de los Andes a través de Francisco Pizarro en 1532, busca generar una conexión directa entre esa época y el presente, evitando así que la temporalidad permita una desconexión que evite la reflexión sobre las lecciones del pasado.

Sobre las tensiones diplomáticas que han surgido entre España y México, el autor expresó que no se opone a la idea de solicitar perdón, argumentando que "las palabras y los gestos significativos son de bajo costo". En su pensamiento, el perdón es una noción de fuerte carga cristiana que merece ser discutida en el ámbito de las relaciones históricas.

"No veo razón para estar en contra, es un acto digno. Recordemos que el concepto de perdón tiene raíces cristianas, y que nuestra intención era, en parte, convertir a los pueblos indígenas. En sus reflexiones, se cuestiona incluso cómo en el pasado se ha instado a los judíos a disculparse por la muerte de Cristo. A raíz de las solicitudes de perdón de México a España, Vuillard evoca a Macron y su homenaje a un resistente comunista, señalando la superficialidad de lo que considera gestos simbólicos sin profundidad.