El 29 de julio en Madrid, el presidente estadounidense, Donald Trump, ha manifestado su oposición a la propuesta del primer ministro británico, Keir Starmer, de reconocer a Palestina como un estado independiente si Israel no satisface ciertas exigencias. Trump ha advertido que tal acción podría equivaler a ofrecer una "recompensa" al grupo terrorista Hamás.

En declaraciones realizadas durante un vuelo en el 'Air Force One', el mandatario republicano enfatizó que la postura de Estados Unidos no contempla tal reconocimiento y subrayó que ello representaría un impulso indebido al extremismo.

Trump también aclaró que la cuestión del reconocimiento de Palestina no fue parte de las discusiones en su reciente cumbre en Escocia, donde mantuvo encuentros con diferentes líderes internacionales, incluida la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.

Esta situación se complica tras el anuncio de Starmer, quien ha manifestado la intención de reconocer a Palestina en la próxima Asamblea General de la ONU, a celebrarse en septiembre, a menos que Israel cumpla con tres requisitos fundamentales: mejorar la crisis humanitaria en Gaza, llegar a un acuerdo de alto el fuego y comprometerse a una paz sostenible a largo plazo basada en la solución de dos estados.

Por otro lado, el presidente francés Emmanuel Macron declaró que su país también se unirá al reconocimiento de Palestina en la misma asamblea, reafirmando su compromiso histórico por alcanzar una paz justa en Oriente Próximo. Esta decisión ha influido a más de 200 parlamentarios británicos, tanto conservadores como laboristas, quienes han instado a Starmer a seguir el liderazgo de Francia en esta cuestión.