El talentoso piloto español Fernando Alonso tuvo que abandonar en su Gran Premio número 400, una jornada que prometía ser emotiva y llena de emociones para el asturiano. Sin embargo, las circunstancias en pista no le favorecieron y se vio obligado a retirarse antes de lo esperado.

En una exhibición de habilidades y destreza, el piloto español Carlos Sainz, de Ferrari, se alzó con la victoria en el Gran Premio de México, sumando así su segunda victoria de la temporada y la cuarta en su carrera. En una emocionante carrera, logró superar a un Lando Norris, de McLaren, acortando la brecha con el líder del Mundial, Max Verstappen de Red Bull.

Las estrategias y la determinación de Sainz se vieron reflejadas en su desempeño en la pista. Tras haber amenazado con sus intenciones en las últimas carreras con Ferrari, el piloto madrileño no defraudó y logró alcanzar la victoria en el Autódromo Hermanos Rodríguez. A pesar de no haber conservado la pole position, Sainz logró superar a Verstappen durante el período del coche de seguridad y mantuvo el liderato hasta la línea de meta.

El emocionante duelo por el campeonato se reavivó una vez más, con Verstappen enfrascado en una intensa batalla con Norris que culminó con una penalización de 20 segundos para el líder. Este contratiempo lo relegó a las posiciones finales, junto a un desafortunado Sergio Pérez, quien tampoco pudo brillar en su carrera local. A partir de ese momento, el dominio de Ferrari en la pista quedó sellado, con un espectacular doblete que recordó al logrado en Austin.

A pesar de los contratiempos, Charles Leclerc no pudo igualar la actuación de Sainz y sucumbió ante la presión de Norris, cediendo la segunda posición al piloto británico. Las últimas vueltas transcurrieron sin mayores cambios, con Sainz aprovechando el buen momento de Ferrari en el Mundial para alzar nuevamente la bandera a cuadros, tal como lo hiciera en Australia en el circuito de Albert Park.