El 23 de julio en Madrid, la Armada Rusa ha comenzado una serie de maniobras militares que se desarrollarán a lo largo de esta semana hasta el próximo domingo. Estas operaciones involucran a 15,000 soldados pertenecientes a varias de sus flotas estratégicas, llevando a cabo actividades en el océano Pacífico, el Ártico, así como en los mares Báltico y Caspio.

Según un anuncio oficial del Ministerio de Defensa de Rusia compartido a través de Telegram, las maniobras, denominadas "Tormenta de Julio", están dirigidas por el almirante Alexander Moiseyev, quien ocupa el cargo de comandante en jefe de la Armada. La declaración subraya la importancia de estas maniobras en el contexto de la preparación militar del país.

Las actividades planeadas para esta operación incluyen pruebas exhaustivas de preparación de las flotas y flotillas en situaciones operativas poco convencionales. También se prevé el uso de armamento de precisión de largo alcance, sistemas no tripulados y otros equipos militares modernos, lo que pone de manifiesto la voluntad de Rusia de mantenerse a la vanguardia en capacidades bélicas avanzadas.

Las tripulaciones navales tendrán la oportunidad de mantenerse alerta mediante ejercicios que abarcan desde el despliegue en zonas de combate hasta la defensa de bases y actividades económicas. Asimismo, se entrenarán en la lucha contra ataques aéreos, drones y lanchas no tripuladas, buscando garantizar la seguridad en rutas marítimas y la efectividad en la neutralización de objetivos enemigos.

En estas maniobras, Rusia ha movilizado un impresionante número de recursos que incluyen más de 150 buques de combate y apoyo, 120 aeronaves, diez sistemas de misiles costeros y un notable contingente de 950 unidades de equipo militar especializado, todo ello bajo la supervisión de más de 15,000 efectivos del ejército ruso.