En Madrid, el 5 de noviembre, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha lanzado un llamado claro al Gobierno, instándole a proteger el derecho de los clientes a cerrar sus cuentas bancarias por el mismo método utilizado para abrirlas, como, por ejemplo, a través de las aplicaciones móviles. Este mensaje fue divulgado en un comunicado oficial de la OCU.

La OCU ha declarado que resulta “incomprensible” que, en una era marcada por la digitalización, donde las instituciones financieras fomentan el uso de plataformas en línea como la principal forma de interactuar con los clientes, cerrar una cuenta bancaria aún requiera que el usuario se presente físicamente en una oficina. Esta discrepancia se considera inaceptable en el contexto actual.

Los representantes de la OCU recuerdan que las aplicaciones bancarias permiten a los usuarios abrir sus cuentas en cuestión de minutos, simplemente tomando una foto de su documento de identidad y realizando una videollamada o un 'selfie'. Por consiguiente, argumentan que también debe ser posible para los usuarios cancelar sus cuentas en cualquier momento, sin necesidad de avisar con antelación, y en un plazo máximo de 24 horas desde que se realiza la solicitud, tal como lo estipula la normativa vigente.

Sin embargo, la OCU ha denunciado que en la práctica, muchas entidades financieras no ofrecen la opción de cerrar las cuentas a través de sus aplicaciones, lo que dificulta un proceso que debería ser igual de sencillo que la apertura de la cuenta. Algunos bancos, como Banco Sabadell y Bankinter, permiten cerrar la cuenta por teléfono o en persona, mientras que otras entidades ofrecen esta posibilidad únicamente por teléfono (como Openbank) o solo en una sucursal (como CaixaBank).

La OCU sostiene que tales restricciones no se justifican por razones técnicas, sino que responden a intereses comerciales cuyo objetivo es “complicar la baja y retener a los clientes”. Esta postura se considera una violación del principio de equidad en la contratación digital, según afirman desde la organización de consumidores.

En respuesta a esta situación, la OCU ha presentado una queja formal ante la Dirección General de Consumo, considerándola como una “limitación injustificada” al derecho de los consumidores a rescindir un contrato. Además, han instado al Ministerio de Economía, Comercio y Empresa a revisar la normativa para que todas las entidades bancarias estén obligadas a permitir el cierre de cuentas a través de los mismos medios que se utilizaron para su apertura. Desde la OCU, se argumenta que esta modificación garantizaría una interacción más justa, transparente y alineada con los derechos de los consumidores.