La OTAN ha manifestado una dura crítica hacia Rusia tras el ataque perpetrado contra la presa de la central hidroeléctrica de Kajovka, en el río Dniéper, alertando del riesgo de inundaciones en distintas localidades de la región de Jersón.

Jens Stoltenberg, secretario general de la OTAN, ha utilizado las redes sociales para censurar la acción, calificándola de "atroz" e indicando que se trata de un nuevo ejemplo de la "brutalidad" de la agresión rusa en Ucrania. Según él, la destrucción de la presa de Kajovka pone en peligro la vida de miles de civiles y ocasiona un daño ecológico significativo.

El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, ha achacado la responsabilidad del ataque a Moscú, acusando a Rusia de actuar como "terrorista". Por su parte, Ucrania ha asegurado que está investigando los efectos de la destrucción de la infraestructura, la cantidad de daño ocasionado y la posible velocidad y cantidad de agua que podría afectar a las zonas que podrían sufrir inundaciones.