En la ciudad de Alcalá de Henares, Madrid, el escritor Luis Mateo Díez ha sido galardonado con el prestigioso Premio Cervantes en una ceremonia celebrada en el Paraninfo de la Universidad local. Durante su discurso, Díez ha expresado que su vida ha estado dedicada por completo a sus personajes, quienes, según él, son los que le brindan salvación.

El autor ha compartido que sus personajes, aunque carecen de nobleza, llevan consigo una ejemplaridad heroica, ya que sus vidas se desenvuelven en las esquinas donde aguarda el destino y las consecuencias. Díez ha enfatizado que son sus personajes los que lo salvan en última instancia.

En su intervención, Díez ha detallado que sus personajes no le pertenecen y, en ocasiones, ponen a prueba su capacidad de invención, sirviendo como un hilo conductor en su escritura. Recordando las palabras de la escritora Irene Nemiroski, el creador de Celama ha defendido la influencia positiva del arte en la vida humana.

El escritor leonés ha reflexionado sobre su trayectoria literaria, reconociendo la abundancia de su obra y la incertidumbre sobre su lugar en la posteridad. Díez ha destacado que escribir es un acto de descubrimiento, una aspiración que ha marcado su vida desde la infancia.

Además, Díez ha elogiado la obra de Cervantes, en particular el Quijote, destacando la influencia que este clásico ha tenido en su propia creación literaria. El autor ha compartido su conexión emocional con don Quijote, describiendo su encuentro como un momento lleno de misterio y fascinación.

En resumen, Luis Mateo Díez ha sido reconocido con el Premio Cervantes en una emotiva ceremonia en Alcalá de Henares, donde ha compartido su profunda dedicación a sus personajes y su pasión por la escritura como forma de descubrimiento y redención. Su trayectoria literaria, marcada por la influencia de Cervantes y el Quijote, refleja su compromiso con la ficción como un medio para explorar la complejidad y la riqueza de la vida humana.