Crónica España.

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Investigación revela que el Comercio Justo en café, cacao y azúcar produce casi la mitad de emisiones de carbono en comparación con el modelo tradicional.

Investigación revela que el Comercio Justo en café, cacao y azúcar produce casi la mitad de emisiones de carbono en comparación con el modelo tradicional.

En Madrid, el 22 de septiembre se han dado a conocer datos que muestran cómo el Comercio Justo, a través de productos como el café, el cacao y el azúcar, presenta una huella de carbono significativamente inferior en comparación con sus versiones convencionales. La investigación revela que, por ejemplo, un kilogramo de azúcar-panela de Comercio Justo procedente de Paraguay produce solo 0,33 kilogramos de CO2, en contraste con los 0,70 kilogramos generados en la producción estándar.

Este análisis, titulado 'Huella de carbono en el café, azúcar y cacao de Comercio Justo versus producción convencional', ha sido realizado por la Coordinadora Estatal de Comercio Justo con el apoyo financiero del Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030. Las conclusiones se fundamentan en estudios de la Universidad del País Vasco así como de organizaciones como medicusmundi Álava, Aederco, Globalfactor y Geoingeniería, todos colaborando con Oxfam Intermón.

Las técnicas agrícolas implementadas por las cooperativas productoras son fundamentales para explicar la notable reducción en las emisiones de gases contaminantes, que varía entre el 45% y el 91% respecto a las prácticas convencionales. Si bien el transporte también influye en los resultados, no se considera un factor predominante.

Los hallazgos sugieren que la diferencia en emisiones se origina durante la fase de cultivo, donde el Comercio Justo utiliza prácticas más ecológicas, como el empleo de compost natural y biofertilizantes no químicas, así como métodos de recolección manual.

En lo que respecta al cacao, el estudio aborda dos situaciones distintas: la producción de cacao puro y la elaboración de tabletas de chocolate. Para el cacao cultivado de manera sostenible en Santo Tomé y Príncipe, se descubrió que genera hasta ocho veces menos emisiones en comparación con la media del sector convencional. En cuanto a la producción de chocolate negro, se analizaron tabletas hechas con cacao de Comercio Justo de Perú y cacao convencional de Costa de Marfil, obteniendo un 57% menos de emisiones de CO2 en el primero, a pesar de recorrer una mayor distancia.

El informe también examina la producción de café en cooperativas de Guatemala y Uganda, evidenciando que un kilogramo de café de Comercio Justo, conocido como el "oro verde", puede reducir las emisiones de CO2 hasta en 11 ocasiones en comparación con la producción convencional.

La menor huella de carbono en estos productos radica, nuevamente, en técnicas de cultivo que utilizan insumos ecológicos y métodos que previenen la erosión del suelo. Laura Rubio, directora de la Coordinadora Estatal de Comercio Justo, señala que "es vital que seamos conscientes del impacto ambiental que tienen nuestras decisiones de consumo".

El lanzamiento de este informe coincide con la celebración del décimo aniversario de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU. Rubio enfatiza la necesidad de adoptar modelos de producción y consumo que sean sostenibles, tal como se establece en el ODS número 12, destacando que el Comercio Justo es un medio para empoderar a la población en su compromiso frente al cambio climático y otros desafíos globales.

Además de fomentar la responsabilidad ambiental, el Comercio Justo se erige como un motor de desarrollo social, garantizando el respeto por los derechos humanos y laborales, incluyendo salarios dignos, igualdad de género y erradicación del trabajo infantil. También se enfoca en prácticas comerciales justas, como precios que son estables y que cubren los costes de producción sostenible, así como relaciones comerciales estables.