El líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, ha manifestado ayer su indignación ante lo que califica como el "despotismo sanchista", instando al presidente del Gobierno a rendir cuentas ante las Cortes o, en su defecto, ante los ciudadanos a través de elecciones. En su discurso, Feijóo enfatizó que España no puede convertirse en una "república bananera", exigiendo respeto por la democracia y el Estado de Derecho.

Durante su intervención en la clausura de la XXVII Interparlamentaria del PP celebrada en Sevilla, que coincidió con el tercer aniversario de su liderazgo, Feijóo anunció que el grupo parlamentario del PP llevará nuevamente al Congreso la propuesta de deflactar la tarifa del IRPF. Este movimiento surge en el contexto de la campaña de la renta que comienza en abril, buscando poner a prueba la postura del PSOE y sus aliados en el Parlamento.

El presidente de la oposición criticó duramente al Gobierno de Pedro Sánchez, tildándolo de "campeón en recaudación y colista en servicios públicos". Feijóo argumenta que es inadmisible que el Ejecutivo continúe sin ajustar el IRPF a la inflación, lo que, según sus cálculos, genera una recaudación adicional de 9.800 millones de euros anuales a costa de los ciudadanos. Aseguró que el Partido Popular está decidido a "revisar cada una de las 97 subidas de impuestos" implementadas por el Gobierno.

Feijóo no escatimó en advertencias hacia la administración actual, argumentando que no puede prolongar acciones que no son respaldadas por una mayoría de españoles. "O se somete a las Cortes o se somete a las urnas", reiteró, enfatizando la necesidad de restaurar la democracia en el país, que ya cuenta con una rica tradición de libertades y derechos.

En su análisis, el líder popular subrayó que su partido defenderá la equidad entre los ciudadanos y se opondrá a los privilegios que obtienen algunos a cambio de poder. Enfatizó que el Gobierno tiene "miedo" a perder el control, lo que alimenta su ansia de manipular la información y actuar bajo un abuso de poder.

Finalmente, Feijóo reafirmó que el PP se conducirá como un "partido libre" que llegará al Gobierno "sin atajos". Aseguró que aunque su camino pueda ser más largo, lo emprenderán con la firmeza de no renunciar a sus principios, compromisos y a un programa que ha sido validado por las urnas, manifestando que no se dejarán intimidar ni en negociación alguna que comprometa la unidad de la nación o el interés general.