MADRID, 14 de agosto.

Las llamas han devorado aproximadamente 115.598 hectáreas en España durante este agosto, una cifra que triplica la cantidad de terreno afectado por incendios en el resto del año 2025, de acuerdo con el Sistema de Información de Incendios Forestales de la Comisión Europea (EFFIS).

Según datos del 29 de julio, hasta esa fecha se habían quemado 41.903 hectáreas en el país. En solo dos semanas, este número se ha elevado a 157.501 hectáreas, lo que indica que durante agosto se han perdido 115.598 hectáreas, un 170% más que en los meses anteriores de 2025, según la información recopilada por Europa Press.

Castilla y León se encuentra en el epicentro de esta crisis, con un total de 18 incendios activos a primera hora de la tarde. Ocho de ellos han sido clasificados con un Índice de Gravedad Potencial (IGR) de 2, mientras que dos están en el nivel 1 y el resto en nivel 0, según el informe de Infocal consultado por Europa Press a las 14:30.

Las provincias más afectadas incluyen León, Palencia, Salamanca y Zamora, siendo León la más crítica con varios focos en IGR 2, específicamente en Falgar, Anillares de Sil, Yeres y Llamas de Cabrera. Otros incendios en Zamora, como Molezuelas de la Carballeda y Puercas, también se sitúan en este nivel, aunque han mostrado signos de mejoría que han permitido que algunas comunidades evacuadas regresen a sus hogares.

En Palencia, Resoba también se encuentra en IGR 2, y la Junta ha declarado este mismo nivel para La Alberca, en Salamanca, donde el fuego se ha reavivado, provocando el confinamiento del municipio y la evacuación de turistas.

Existen dos focos en Índice de Gravedad 1, ambos en León: Orallo y Barniedo de la Reina. Los demás incendios en la región están activos, pero en el Índice de Gravedad 0, incluyendo los que se encuentran en Castrocalbón, Barrios de Luna, San Feliz de Las Lavanderas y Cármenes en León; Castronil y Pedroso de la Carballeda en Zamora; El Casarito en Salamanca y Torquemada en Palencia.

A medida que la ola de incendios se intensifica, también surge una situación alarmante en Ourense, Galicia, donde los fuegos han convergido en un gran incendio que abarca 10.500 hectáreas, registrándose como uno de los más devastadores en la historia reciente de Galicia. Este evento se compara con el incendio de Valedorras de 2022, que también abarcó esta misma extensión.

Ambos incidentes fueron provocados por una tormenta seca con descargas eléctricas hace tres años, en el marco de un fenómeno meteorológico conocido como sistema convectivo de mesoscala. La actual ola de incendios ha superado las 23.000 hectáreas en los últimos días, especialmente en Ourense, donde toda la provincia se encuentra bajo el nivel de Situación 2.

A esta cifra se suman 3.000 hectáreas ya perdidas en verano, según la Consellería do Medio Rural, que solo reporta incendios de más de 20 hectáreas. No obstante, brigadistas informan que los datos del sistema satelital Copernicus sugieren que la superficie quemada podría ser aún mayor en Galicia.

En Ourense, hay actualmente seis incendios activos, y los dos que se originaron en el municipio de Maceda, en las parroquias de Santiso y Castro de Escuadro, se han unido, alcanzando un total de 2.200 hectáreas.

El segundo incendio más extenso en Galicia se registra en Oímbra, A Granxa, abarcando 5.000 hectáreas, parte de las cuales se encuentran en Monterrei. Este incendio ha llevado al confinamiento de 140 personas en A Madalena, mientras que tres brigadistas municipales han sufrido quemaduras. Le sigue el fuego en A Mezquita, parroquia de A Esculqueira, que se extiende por 4.500 hectáreas y ha obligado a desalojar a varios ancianos de una residencia.

Además, se encuentran activos incendios más pequeños en Vilardevós, parroquia de Vilar de Cervos (200 hectáreas); y Larouco, parroquia de Seadur (150 hectáreas). La Consellería do Medio Rural considera estabilizados, aunque sin control, varios fuegos en Ourense capital y otras localidades cercanas que han movilizado esfuerzos significativos de brigadas de emergencia.

Los incendios en Samos (Lugo), A Fonsagrada (Lugo), A Estrada (Pontevedra) y Verín se reportan como controlados, aunque aún presentan riesgos y vigilancias continuas en sus respectivas áreas.