Crónica España.

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"EEUU podría enviar misiles Tomahawk a Ucrania, provoca fuertes reacciones de Rusia"

El reciente debate en Estados Unidos sobre la posible transferencia de misiles Tomahawk a Ucrania ha suscitado preocupaciones significativas en Moscú, donde se ha reiterado que tal medida cruzaría una de sus 'líneas rojas' en el contexto del estancamiento del conflicto iniciado en 2022. Estos misiles de crucero subsónicos ofrecerían a las fuerzas ucranianas un alcance considerable, permitiéndoles realizar ataques a distancia dentro del territorio ruso.

En una declaración reciente, el presidente estadounidense Donald Trump reveló que está considerando la opción de enviar estos armamentos a Ucrania, o de venderlos a la OTAN para que la alianza los transfiera posteriormente. Aunque Trump no ha tomado una decisión final, su administración parece estar sopesando el impacto de esta acción, especialmente dado su interés en mediar un diálogo de paz entre Ucrania y Rusia.

Trump expresó su deseo de entender las intenciones de Ucrania con estos misiles antes de avanzar, indicando que no quiere ver un aumento de la hostilidad en el conflicto. Mientras tanto, Ucrania ha solicitado esta ayuda militar para reforzar su capacidad de responder a la invasión de Rusia, que comenzó el 24 de febrero de 2022, infligiendo graves daños y pérdidas al país.

La solicitud fue planteada en un encuentro de Trump con el presidente ucraniano Volodimir Zelenski en la reciente Asamblea General de la ONU, donde Zelenski advirtió que el armamento preciso podría forzar a Putin a aceptar una negociación. En este marco, subrayó en una entrevista que, si no se llega a un acuerdo para poner fin a la guerra, la alta cúpula del Kremlin debería considerar las ubicaciones de sus refugios antiaéreos, insinuando que estos podrían ser necesarios pronto si la lucha continúa.

La posibilidad de que Washington suministre misiles Tomahawk ha provocado una reacción contundente de parte de Rusia. Putin, en un reciente pronunciamiento, afirmó que dicha entrega dañaría irreversiblemente las relaciones con Estados Unidos. Además, advirtió que la utilización de estos misiles por Ucrania requeriría la implicación directa de tropas estadounidenses, lo que elevaría la escalada del conflicto a un nivel completamente nuevo.

El ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov, calificó la posible entrega de los misiles como una decisión sorprendente, mientras que el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, indicó que esto podría precipitar una grave escalada, aunque matizó que no alteraría la situación actual del ejército ucraniano en el campo de batalla. Lavrov también hizo hincapié en que estos misiles podrían estar equipados con ojivas nucleares, lo cual intensifica la seriedad de la situación.

Por otro lado, el expresidente ruso Dimitri Medvedev, actual vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia, se burla de la cautela de Trump, sugiriendo que sus cuestionamientos son redundantes porque es evidente que Ucrania utilizaría estos misiles para atacar países europeos, lo que pone de manifiesto las tensiones existentes en la región.

En cuanto a las características técnicas, los misiles Tomahawk, fabricados por Raytheon, son capaces de alcanzar objetivos hasta 2.500 kilómetros de distancia, algo que supera significativamente el alcance de las armas que Ucrania ha recibido hasta el momento. Con un acelerador subsónico y la habilidad para evadir radares, estos misiles presentan un formidable desafío para la defensa rusa.

El Instituto para el Estudio de la Guerra ha indicado que, con estos misiles, Ucrania podría atacar más de 1,600 objetivos militares dentro de Rusia, lo que incluye no solo bases militares, sino también instalaciones estratégicas y elementos clave del sistema defensivo de Moscú. Esta capacidad de ataque a larga distancia podría marcar un punto de inflexión en el equilibrio de fuerzas, condicionando las futuras negociaciones de paz de un conflicto que ha dejado una profunda huella en ambos países.