El pasado 4 de octubre fue un día señalado en el calendario social español. Cayetano Martínez de Irujo y Bárbara Mirjan sellaron su compromiso matrimonial en una emotiva ceremonia religiosa en la Iglesia del Cristo de los Gitanos, Sevilla. La oportunidad fue propicia para reunir a familiares y amigos en un evento que destacó la rica herencia y tradiciones de la ilustre familia Alba.

La ceremonia tuvo lugar a las 13:30 horas en el Santuario de Nuestro Padre Jesús de la Salud y María Santísima de las Angustias Coronada, un lugar que posee un significado especial para Cayetano, dado que en sus cercanías descansan las cenizas de su madre. Este hecho añade un matiz de cercanía y respeto hacia su linaje en un día que simboliza un nuevo comienzo.

El encargado de llevar a cabo la ceremonia fue el párroco Ignacio Jiménez Sánchez-Dalp, quien mantiene una relación cercana con la familia, habiendo trabajado previamente en otras celebraciones significativas, como las uniones de Doña Cayetana con Alfonso Diez y de sus hermanos Fernando y Carlos Fitz-James Stuart. Su presencia añade un nivel de familiaridad y continuidad en las tradiciones familiares.

Cayetano llegó al altar acompañado por su hija Amina, quien desempeñó el papel de madrina y lució el uniforme de maestrante de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla, un símbolo de orgullo que evoca su propia boda con Genoveva Casanova. Este gesto destaca la importancia de la tradición en su familia.

Por su parte, la deslumbrante Bárbara hizo su entrada al brazo de su padre, el empresario libanés Bachar Mirjan, en un elegante carruaje tirado por caballos. La novia derrochó elegancia con un vestido de novia de la prestigiosa firma Navascués, lo que contribuyó a la atmósfera de glamour del evento.

La celebración reunió a una pléyade de figuras destacadas de la sociedad española, entre ellos Bertín Osborne, Paloma Segrelles, Carmen Lomana, Susanna Griso, y otros nombres como Jaime Martínez-Bordiú, Begoña Villacís y su pareja Juan Cañada, así como Olivia de Borbón y Julián Porras, y Hubertus von Hohenlohe y Simona Gandolfi, quienes compartieron este momento tan significativo, destacando la relevancia social de la unión entre ambos protagonistas.