Este pasado fin de semana en Madrid, el Palacio de Liria se iluminó con una gran celebración que, aunque inicialmente se pensó que conmemoraba el 76 cumpleaños del Duque de Alba, resultó ser un evento más trascendental: el bautizo de los últimos miembros más jóvenes de la familia.

La fiesta reunió a la mayoría de los Alba para celebrar la llegada al mundo de Fernando, el pequeño nacido el pasado 10 de septiembre, junto a su hermano Fadrique, de solo unos meses, quien llegó al mundo el 9 de junio. Ambos niños fueron protagonistas de una ceremonia que realzó la tradición familiar y la alegría por la expansión de su linaje.

Con la mirada puesta en las nupcias de Cayetano Martínez de Irujo y Bárbara Mirjan programadas para el día siguiente, los miembros de la familia empezaron a organizar su traslado a Sevilla para participar en el enlace matrimonial, reforzando así los lazos familiares en un momento tan significativo.

Belén Corsini, presente en las celebraciones, comentó la ansiedad que suele acompañar a los novios en la víspera de su boda, manifestando que no es inusual que Cayetano, el novio, se sienta nervioso ante la presencia de medios de comunicación durante el importante evento. "Es su día, es normal que esté inquieto", afirmó con simpatía.

En compañía de su esposo, Carlos Fitz-James Stuart, Belén compartió lo bien que disfrutaron del bautizo, resaltando que fue una experiencia "muy bien, fenomenal". Ambos se mostraron entusiastas por el acontecimiento y el fortalecimiento de los lazos familiares que se fraguan en estos momentos.

Casi de modo anecdótico, develaron sus impresiones sobre Amina, la hija de Cayetano, quien será la madrina en la ceremonia de este fin de semana. Aunque no habían tenido comunicación reciente con ella, ambos expresaron su confianza en que Amina desempeñará su papel con gran destreza y encanto.

Mientras tanto, Carlos mostró sorpresa al enterarse por la prensa de que su tío Jacobo no asistiría a una fecha tan crucial, lo que refleja las complicaciones que a veces surgen en el entorno familiar. En contraste, Sofía Palazuelo fue vista saliendo de su hogar con una amplia sonrisa, en un ambiente que, a pesar de tensiones familiares, se mantiene festivo.

Al caer la tarde, el Duque de Alba y los Duques de Huéscar se dejaron ver mientras se dirigían a Sevilla, abordo de un vehículo que los transportaba juntos hacia un fin de semana que promete ser memorable en la historia de la familia Alba. Con la armonía de la familia y eventos festivos, la familia está dispuesta a vivir momentos inolvidables que continúan fortaleciendo su legado.