MADRID, 26 de junio.
La LXXXIV Asamblea General de Cáritas, que se celebra en El Escorial, ha dedicado un emotivo reconocimiento a todos los voluntarios que brindaron su apoyo a las víctimas de la devastadora DANA del pasado octubre, que afectó gravemente a las zonas de Valencia, Letur (Albacete), Mira (Cuenca), Málaga y Jerez.
Gracias al compromiso de estos voluntarios, las cinco Cáritas afectadas han logrado atender a más de 16.300 personas, canalizando una inversión que supera los 10 millones de euros.
Cáritas ha resaltado que la emergencia provocada por las inundaciones masivas representó un desafío monumental para las organizaciones más implicadas, que enfrentaron la complejidad de gestionar por primera vez una crisis humanitaria de tal magnitud, lo que puso a prueba su capacidad de respuesta ante la alta demanda de asistencia.
Este compromiso quedó patente en una ceremonia que contó con la presencia de la secretaria general de Cáritas Española, Natalia Peiro, y del presidente, Manuel Bretón. Durante el evento, varios voluntarios y los líderes de las Cáritas de las cinco localidades afectadas compartieron su experiencia, incluyendo a Rosa García (Albacete), Aurora Aranda (Valencia), María Paz Ramírez (Cuenca), José Miguel Santos (Málaga) y Milagros Díaz (Jerez).
La directora de Cáritas Valencia, Aurora Aranda, abrió el acto expresando su profunda emoción al recordar la tragedia que asoló su región, donde más de 200 vidas fueron perdidas y los daños materiales fueron extensos. "Los voluntarios son realmente valiosos y su apoyo ha sido fundamental. En este momento difícil, somos una gran familia", afirmó.
Milagros Díaz, secretaria general de Cáritas Jerez, resaltó el crecimiento espiritual que esta crisis dejó en muchos, comentando que "mientras las aguas inundaban las casas, también entraba la esperanza en los corazones de las personas". Agradeció la respuesta rápida de los voluntarios, quienes ofrecieron acogida y acompañamiento a las familias afectadas, fortaleciendo su confianza en medio de la adversidad.
María Paz Ramírez, de Cáritas Cuenca, aseguró que la organización y la parroquia emergieron más fuertes de esta crisis. "Fuimos los únicos que estuvimos al lado de cada una de las 152 familias afectadas, junto al párroco", enfatizó.
Rosa García, directora de Cáritas Albacete, reflexionó sobre cómo la DANA transformó la percepción de la entidad, que pasó de ser un receptor de ayuda a convertirse en una fuente de financiamiento para otros. "Ha sido un desafío, pero hemos apoyado a familias, empresas y pequeños negocios a través de proyectos conjuntos con administraciones", afirmó.
Asimismo, José Miguel Santos, director de Cáritas Málaga, destacó la importancia de la unidad dentro de la confederación en tiempos de crisis, subrayando que esto fue esencial para brindar apoyo tangible a quienes más lo necesitaban.
Durante el evento, un grupo de voluntarios compartió sus experiencias sobre aquellos días críticos y el impacto de su labor, resaltando la esencia del voluntariado. Vicente Osca, director voluntario de Cáritas Parroquial de Guadassuar en Valencia, enfatizó que su labor va más allá de simples actividades; "ser voluntario es cultivar la esperanza y la solidaridad", afirmó con firmeza. "Fue un verdadero tsunami humano de generosidad".
Aproximadamente 500 voluntarios, de los cuales 193 siguen activos, también se movilizaron desde diversas comunidades parroquiales en la diócesis de Valencia, brindando apoyo a quienes perdieron seres queridos y sus hogares en la catástrofe. La solidaridad no solo se centró en Valencia, sino que se extendió a localidades como Letur, Málaga y Jerez.
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