El entrenador del Real Madrid, Carlo Ancelotti, ha expresado su disgusto por la reacción "racista" de la afición de Mestalla hacia Vinicius, lo cual tiene graves implicaciones para el fútbol español. Él pidió medidas concretas para erradicar el comportamiento inaceptable.

Durante el partido con el Valencia, Ancelotti comprobó el ambiente hostil del estadio y conversó con Vinicius para asegurarse de que pudiera continuar jugando a pesar de los insultos y abucheos racistas que recibía.

El técnico italiano se mostró crítico con Mestalla después de que Vinicius se encarara con la grada, en un incidente de 10 minutos que culminó con su expulsión. Ancelotti declaró que "no se puede jugar al fútbol así" y que la solución era parar el partido. El racismo no tiene cabida en el deporte y el jugador brasileño no debería haber sido víctima de tal comportamiento.

Ancelotti admitió que Vinicius necesita mejorar, pero destacó el comportamiento intolerable de ciertos aficionados que lo insultaron y abuchearon. El entrenador mencionó que nunca había tenido que quitar a un jugador del campo por ser víctima de racismo y que la Liga española debe tomar medidas más contundentes para erradicar este tipo de comportamiento.

En cuanto al incidente entre Vinicius y un jugador del Valencia que resultó en la expulsión de Vinicius, Ancelotti declaró que el partido debería haberse detenido y que la afición del Valencia actuó de manera inapropiada. En conclusión, Ancelotti se mostró triste y enojado por los sucesos de Mestalla, testigo de un comportamiento inaceptable que debe ser rechazado en el mundo del fútbol.